Un "tutae" de "mamaris"
Volvimos
a la hora de cenar; pero no en casa, sino
en
un hotel de Hanga Roa, en que la cena, una oferta
interminable
de marisco, en que reina la
exquisita y
viva
langosta, resultando ser un manjar (“tutae” dicen
ellos),
y además estaba amenizada por
grupos de las
danzas isleñas de chicas y chicos vestidos al estilo
polinesio;
la música está formada por tambores, caña
/flautas,
similares a la quena, vestidos de variado y
vistoso colorido y adornos en la cabeza de
plumas,
lazos y flores; hay grupos mixtos y otros de sólo chicas
o chicos; recuerdo algunos nombres de bailes (metro
o chicos; recuerdo algunos nombres de bailes (metro
rapa) típicos, característicos de los distintos lugares,
tales
como el Sau Sau, Blog Blog, Kiri Kiri;
en todos
interviene mucho la voz humana y gritos acompasados;
en algunos
se nota el sentido ritual y ceremonial
religioso, y en otros la típica conquista de sexos.
Una velada digna de recordar y escuchar.
religioso, y en otros la típica conquista de sexos.
Una velada digna de recordar y escuchar.
Volvimos sobre las dos de la madrugada; con paseo,
cena,
música y la hora, nos fuimos cansados a cama,
pensando
en el esperanzador mañana por la Isla.
Al
ser Domingo, ofrecimos el servicio
sacerdotal en
la
Parroquia católica de la Santa Cruz, celebrando la
misa
en horas habituales de festivos, prestando buen
descanso a nuestros semejantes;
en esta Iglesia suele
celebrarse alguna misa en idioma rapa nui; guardan
varias piezas características,
como imágenes de
madera que han sido fabricadas por los nativos,
católicos en un
70%; existen también otros grupos
de evangelistas, 28%, y testigos de Jehová,
un 2%;
aproximadamente.
aproximadamente.
Tomamos un espléndido desayuno a base de plátano
picado,
con un toque de licor que nunca pregunté ni
nadie me dijo si era procedente de
caña, uva o tal vez
de plátano mismo, “mamaris” (huevos) fritos , un café
con
leche y tostadas.
Héctor,
con su nuevo mercedes, se ofreció a dar una
vuelta
por la parte sur y este de Rapa Nuí.
No hay más poblado que la capital Hanga Roa.
La
isla en todo su entorno marítimo está sembrada
de
magníficas y enigmáticas estatuas que son, hoy
por hoy, un misterio para los pensadores y poetas,
por hoy, un misterio para los pensadores y poetas,
un
quebradero de cabeza para historiadores, locos,
investigadores,
científicos y teólogos.
Cuando uno visita
este lugar trata de optar por una
incrédula idea y simpático comportamiento de
turista; al fin somos simples
curiosos admiradores de
monumentos, puras ruinas
de un pasado con
esconocida historia y nula influencia
en este mundo
cambiante e indócil que no es
capaz de aprender la
posible lección humana que está
escrita en sus
huellas arquitectónicas, artísticas, religiosas,
sociales
y funerarias que parecen sin vida,pero
que están
gritando y anunciando sus mensajes de vida y
esperanza; al final el
simplista ánimo del puro turista
se apaga y, algunos ,
nos enredamos en esas páginas
de
piedra, tela, papiro, madera, hueso, papel, barro ,
piel o metal; no podemos
substraernos;sus gritos de luz,
amor, guerra, fe, vida y muerte nosimpactan tan
fuete,
que nos llevan a la
reflexión, al dolor, felicidad,
admiración, alegría y tristeza ante tanto
esfuerzo,
dedicación, ilusión, arte y gran valor impresos en esas
obras
que ven ahora nuestros ojos.
Empezamos
a realizar un recorrido por Rapa Nuí con
la ilusión de ver un territorio
marcado por el misterio
de una civilización ancestral que tiempos atrás...
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