martes, 27 de marzo de 2012

"RAPA NU, Isla de Pascua", 5


Un "tutae" de  "mamaris"

Volvimos a la hora de cenar; pero no en casa, sino
en un hotel de Hanga Roa, en que la cena, una oferta
interminable de marisco, en que  reina la exquisita y
viva langosta, resultando ser un manjar (“tutae” dicen
ellos), y además estaba  amenizada por grupos de las 
danzas isleñas de chicas y chicos vestidos al estilo 
polinesio; la música está formada por tambores, caña
/flautas, similares a la quena, vestidos de variado y
vistoso  colorido y adornos en la cabeza de plumas,
lazos y flores; hay grupos mixtos y otros de sólo chicas
o chicos; recuerdo algunos nombres de bailes  (metro 
rapa) típicos, característicos de los distintos lugares, 
tales como el Sau Sau, Blog Blog, Kiri Kiri;  en todos
interviene mucho la voz humana y gritos acompasados;
en algunos se nota  el sentido ritual y ceremonial 
religioso, y en otros la típica conquista de sexos. 

Una velada digna de recordar y escuchar.

Volvimos sobre las dos de la madrugada; con paseo,
cena, música y la hora, nos fuimos cansados a cama,
pensando en el esperanzador mañana por la Isla.

Al ser Domingo, ofrecimos el  servicio sacerdotal en
la Parroquia católica de la Santa Cruz, celebrando la
misa en horas habituales de festivos, prestando buen 
descanso a nuestros semejantes; en esta Iglesia suele 
celebrarse alguna misa en idioma rapa nui;  guardan 
varias piezas características, como imágenes de 
madera que han sido fabricadas por los nativos,   
católicos  en un   70%; existen también otros grupos 
de evangelistas, 28%, y testigos de Jehová, un 2%; 
aproximadamente.

Tomamos un espléndido desayuno a base de plátano
picado, con un toque de licor que nunca pregunté ni 
nadie me dijo si era procedente de caña, uva o tal vez 
de plátano mismo, “mamaris” (huevos) fritos , un café
con leche y tostadas.

Héctor, con su nuevo mercedes, se ofreció a dar una
vuelta por la parte sur y este de Rapa Nuí. 

No hay más poblado que la capital Hanga Roa.

La isla en todo su entorno marítimo está sembrada
de magníficas y enigmáticas estatuas que son, hoy 
por hoy, un misterio para los pensadores y poetas,
un quebradero de cabeza para historiadores, locos,
investigadores, científicos y teólogos. 

Cuando uno visita este lugar trata de optar por una 
incrédula idea   y simpático comportamiento de 
turista; al fin somos simples curiosos admiradores de 
monumentos, puras ruinas de un pasado con 
esconocida historia y nula influencia en este mundo 
cambiante e indócil que no es capaz de aprender la 
posible lección humana  que está escrita en sus
huellas arquitectónicas, artísticas, religiosas, sociales
y funerarias que parecen sin vida,pero que están 
gritando y anunciando sus mensajes de vida y 
esperanza; al final el simplista  ánimo  del puro turista 
se apaga y, algunos , nos  enredamos en esas páginas
de piedra, tela, papiro, madera, hueso, papel, barro , 
piel o metal; no podemos substraernos;sus gritos de luz, 
amor, guerra, fe, vida y muerte nosimpactan tan fuete,  
que nos llevan a la reflexión, al dolor,  felicidad, 
admiración,  alegría y  tristeza ante tanto  esfuerzo, 
dedicación, ilusión, arte y gran valor impresos en esas 
obras que ven ahora nuestros ojos.

Empezamos a realizar un recorrido por Rapa Nuí con 
la ilusión de ver un territorio marcado por el misterio 
de una civilización ancestral que tiempos atrás...

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