(Vida
de un MISIONERO)
- Sacerdote
misionero,
Chile,
México, Perú,
Venezuela,
Ecuador,
Colombia
y Puerto Rico;
las puertas del mundo
entero,
viviendo igual que Tú,
de tu Iglesia embajador,
bajo el peligro y violencia,
en el frío y el calor.
- Las tierras de sus
andanzas,
predicando tu Palabra,
fueron entre Continentes,
por aire, tierra y por mar,
abriendo siempre senderos
de cercanía y amistad;
luchó contra las venganzas,
y aferrados defensores
de ateísmos con maldad.
- En cinco Universidades
puso en juego sus ideas:
defensor de la verdad
que hace libre a los humanos
sin treguas y sin traición,
sin miedo y temor voraces,
abrazó la libertad,
convenciendo a los hermanos
de su incauta falsedad.
-Una corriente engañosa
de aire corrupto pasó
por las aulas de la ciencia,
la moral y formación;
llamándose “Teología
de paz y Liberación”:
siendo esta peligrosa,
con absoluta paciencia
combatió, luchó y venció.
- Facultad de Teología,
Eclesiástica
y Civil,
en la Lima de San Marcos,
Licenciatura
logró,
Título,
Pedagogía,
Profesor
de Religión;
y con ese inmenso marco.
colegios y Facultades
se abrieron a su misión.
-Catequesis, Teología,
se inició en el Doctorado;
en el Pontificio Centro
de la ciudad del Mapocho
de Chile la de Santiago;
con máxima puntuación
dejó la Universidad;
y buscó en Perú el encuentro
con las almas, su Misión.
- Almas del Valle Sagrado
de Pachacamac, Lurín,
Atocongo,
la Tablada,
San
Bartolo, Pucusana,
Punta
Negra, Punta Hermosa,
la del Triunfo, Rinconada,
José
Gálvez, Santa Rosa
y las haciendas, en fin,
son su corazón colmado.
- Con sus poderes de Obispo,
Decano
de un Vicariato,
trabajó sin poder más,
sin palio ni solideo;
con Pepe, Jesús y Juan,
Ulpiano,
Carlos, Tadeo,
Monjitas
de Cristo Rey,
con jóvenes catequistas
y el Evangelio por Ley.
- Dejó de apóstol sus huellas
en los barrios marginados:
Santa
Rosa, San Martín,
en la cárcel de Callao
y San Pedro de Lurín,
Arequipa,
Cuzco y Puno,
vivió con los alejados
en los altos del Collao,
luchando como ninguno.
- Concluida su Misión
en territorio de Incas,
volvió con el alma virgen
a ver a sus familiares,
a su amado Malagón,
deshacerse de sus fincas,
y las tierras de su origen,
a ver su cuna y hogares,
para continuar su acción.
- Cortijo de La Cañada,
patrimonio familiar,
muchas tierras de secano
y muchas de regadío,
donde hacía su acampada
con el ganado lanar,
en las noches de verano
y en los inviernos tan fríos
bajo el hielo y la nevada.
- No sentía algún cariño
por el siniestro cortijo,
pues, para hacerlo, murió
haciendo carbón su padre;
él se quedó siendo un niño,
dolorido como un hijo
a quien las alas cortó;
entre hermanos y su madre,
triste aunque siempre
tranquilo.
-
Instituto Superior
de
Salamanca en Madrid;
Pontificia Facultad,
de
Pastoral, Teología;
Comprobó en carne propia
que
el papel de defensor
iniciado,
aquí seguía;
pues
igual que allí, aquí,
la
“corriente” era una copia.
-
En Aamérica y España,
Dublín, Londres y París,
Amstérdan, Belfas y Roma
la
de Césares y Papas,
puso
de apóstol sus pies.
En el Madrid de los Áustrias,
parroquias
de San Ginés,
San Sebastián y Alcobendas,
Sn. Pedro, el Pilar, San Lésmes,
-
Guadíx, Oria y Cúllar Baza
Venta Quemada y Vertientes,
Matiáán y dos Barrionuevo,
Cortijo de Antonio Juan,
La Parra, Largos, Tarifa,
La Bermeja, Santa Olalla,
La Pililla, Malagón,
Cortijillo, Saúco, Pinos,
Aguaderíco y Olgálla
-
Granada, Murcia, Almería,
Ibíza, Inca,
Mallorca,
Pollensa y Manacor,
Formentera, San Antonio,
Castellón y Barcelona,
Málaga, Huelva y Sevilla,
Cáceres y Badajoz,
Albacete, Alicante,
Guadalajara y Pamplona.
-
San Sebastián y Bilbao,
Santander y Tarragona,
Lugo, Lérida, Coruña,
Orense, Burgos, Gerona,
Valladolid y Palencia,
León, Zamora, Oviedo
Zaragoza y Ciudad Real,
Jaén, Córdoba, Toledo,
Soria, Ávila y Valencia.
-
Melilla, Cádiz y Ceuta,
Vélez Rubio y Chirivél,
Orce, Contador, Molina,
Fínes, Olúla,
Cantoria,
La Línea, Jeréz, Marbella,
Vallecas, Carabánchel,
Huéneja, Aldéire, Alcudia,
del
Marquesado Jerez,
Pedro Martínez y Viedma.
-
Huéscar, Caniles y Zújar,
Galera y Benámaurel,
Huercal Overa y Albóx,
Vera, Cerricos y el Márgen,
Partaloba y Macael,
Castalla
Onil e Íbi,
Alcoy, Agost y Petrel,
Benejama, Concentaina,
Jijona, Villena y Tibi.
-
La Bañica, El Corralón,
Las Lomas y el de La Noria,
Hogarite, El Frac, El Luisa,
Samontín, Lucas, Serón,
El Molino, Antonio Pepa,
Aspillar y Lo Portero,
La Solana y el Mojón,
Ramblavega y los Olula,
Los Legaña y Los Beltrán,
- La Capaora, Cachipuche,
El Conejo y Ana Pepa,
Quinto y
Bajo Chaparral,
Tía Pantoja y Las Casas,
El Cortijo de la Sierra,
La Tronera y el Puntal;
todos
llevan el misterio
de
lo que fueron y son:
paredes
de piedra rasas.
-
Pulpite, Casalabá,
La Hinojora, El Gramajo,
Los Älamos, El Jalí,
El Picacho, La Noguera,
Cortijo Cañada Hermosa,
El Chaparral y el Violín,
La Cuesta, cortijo El Negro,
La Cerca, El Jaral, Los Sánchez,
Los Pelaos, La Ramblica.
-Cortijo
Blanco y del Medio,
La Cerca y el de Los Flores,
El Royo y el Entrerraso,
Serval y Barranco El Muerto,
Lo Muñóz, Cumbre y el Vinco
Lon Pedro, Las Madroñeras,
La Tortosa y los Cerricos,
El Saliente con su Virgen
y
Luz de desamparados,
-
Recuerdos puros de niño;
recuerdos
son de pastor,
cazador
de codornices,
de
liebres y comadrejas,
de
tejones, zorras, cuervos,
de
torcaces y perdices,
de
tórtolas y de hurracas,
alimañas
y culebras.
víboras
y otras lindezas
-
Un asiduo agricultor,
y
de higos cosechero
patatas
y remolacha,
nabos,
lechugas, tomates,
tabaco
y albericoques,
almendras,
peras y peros;
de
cebada y de centeno,
yeros,
guijas y de trigo,
un
experto segador.
-
En su tiempo de pastor
de
los tiernos cinco años
hasta
catorce cumplidos,
cuidaba
con todo esmero,
con
descuidos incluidos,
igual
cabras que carneros,
ovejas
y cabritillos,
las
vacas y los corderos:
por
su nombre conocía.
-
Cuando en el monte dormía
sobre
el suelo en el aprisco,
en
las noches estrelladas,
y
en las nubes de granizo,
sin
protección ni cobijo,
entre
lágrimas temía
de
un rayo las llamaradas,
sin
tener choza ni cueva,
casa,
mina ni cortijo.
-Después
de haber recorrido
de
kilómetros cien mil
en
alas de veinte aviones,
y
a lomos del automóvil,
la
piel de toda mi patria,
para
conocer mi suelo
y
los que viven allí,
a
los que siempre he querido
y
vivo en sus corazones.
-
En treinta y cinco ciudades
capitales
de naciones,
en
trescientos pueblos chicos,
en
aldeas y cortijos,
he
trabajado y dormido;
en
todas he hecho amistades,
hermanos,
hermanas, hijos,
repartiendo
bendiciones
y
entregándoles a Cristo.
-
No fui jamás por dinero,
ni
cualquier otro interés;
jamás
luché por la fama,
ni
le temí a la muerte;
llama,
de andar, en los pies,
arde
el corazón entero,
letras
de fuego en el alma,
que,
ser misionero, dicen:
es
el “LOTE DE MI SUERTE”.
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