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Bendecimos la gran suerte
al ser de Cristo testigos.
El fue clavado en la Cruz;
nos gloriamos en su Muerte
y sentimos como amigos
a los hijos de la Luz.
- Aunque somos azotados,
y por las piedras heridos,
no por eso nos rendimos;
seremos resucitados
y a Cristo Vivo unidos,
si en El y con El morimos.
-Nuestro lema es perdonar
a todo el que nos ofende;
no conocemos rencor;
sentimos gozo en donar,
aunque no todos comprendan
los secretos de este amor.
- Cuando alguien nos trata mal,
por el mal le devolvemos
todo el bien a nuestro alcance.
Resultando que al final,
el dilema resolvemos
llevando al traste el balance.
- Parece el juego de un niño;
y el juego no palabrea;
parece
un mundo al revés;
convertimos en cariño
todo lo que nos rodea,
lo malo y bueno a la vez
.
.
-Si hiciéramos mal por mal,
“somos iguales”, dirían.
“Mal hicimos, mal nos hacen.”
Pero así, ya no es igual;
Ni es posible que se rían.
Los símiles, ya no valen.
- Cuando usamos el perdón
y les colmamos de bienes,
estos se tornan en brasa,
ascuas de
ardiente carbón,
prendidas sobre las
sienes.
El mal que hacen les abrasa.
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