jueves, 31 de mayo de 2012

MACHU PICHU Y EL CIELO, XXI

Perdidos en el corazón de la selva.

- los ruidos desconocidos;
-  los fuertes graznidos de animales y pajarracos nunca oídos;
-  las melodías de pajarillos y aves cantoras que arreciaban entre el gran coro general para hacerse oír;
-  los juegos de luz llegan al completo en ese incógnito  escenario, lujosamente montado por manos también invisibles;
-  se abre el telón de la noche y  las nubes;
-  con los ojos cerrados para no ver defecto alguno en esa sala improvisada, aunque milenaria en su natural montaje;
-  aparece, sin ser visto, el conjunto de miles de actores que, sin  darse cuenta de ello, están ahí actuando de forma coordinada para representar ante los seres humanos  que tienen la histórica suerte de asistir  a tan faustuosa gala.
Ahí estábamos nosotros, con el alma encogida,  el estómago apretado, el corazón acelerado y los ojos como platos; faltaban los actores principales.
Y ahí estaban los protagonistas del gran evento del día:

UNA COMUNIDAD "SHIPIBA" (hay muchas más) DEL UCAYALI.

Los guías la nombraba con el vocablo "SHULPIBA"; no se por qué.
Mientras mirábamos ansiosos hacia aquellas personas humanas, como nosotros, pero que seguían viviendo al estilo de Adán y Eva en el paraíso (supongo que ya les habrán ayudado a salir de tal paraíso, el que yo pude ver entonces allá); como no se podía hablar, fue todo un día de contemplación, y para algunos de una profunda reflexión.
Dentro de mi se debatía una lucha salvaje.
Las comunidades nativas eran en ese tiempo muchas en los márgenes de los ríos Ucayáli y sus afluentes, Callería y Pisqui, aparte de otras zonas de otros ríos afluentes  de la amazonía; recordemos que Ucayáli tiene una longitud total de más de 1.600 Kilómetros hasta unirse al Marañón para desembocar luego en el grandioso Amazonas.
Las comunidades indígenas serían más de cien en estos ríos;  actualmente muchas de ellas ya  habrán sido invadidas, y, so pretexto de moderna colonización y civilización, les habrán robado sus costumbres, hacienda, lengua y hasta la vida a los que hayan resistido ante los ocupantes.
Es cierta y lógica la idea de acercar a todos los seres humanos a la cultura y a la sociedad desarrollada que les permita vivir en el progreso al que ya todos estamos llamados y "mal" acostumbrados.
Pero hay muchos “peros” que nos arrastran a pensar que en la sociedad actual, tan cómoda y sofisticada, hay muchas cosas que no son “patrimonio de la sana humanidad”; tenemos la tentación de creer que tanta corrupción, droga, conductas sometidas a los puros instintos naturales, y ... (faltan palabras) para describir todas las situaciones en que se ven envueltas tantas personas humanas qué, buscando el bienestar que le ofrecen los múltiples reclamos comerciales y consumistas, le arrastran a las calamidades muy conocidas por todos.
El clima de hambre (no sólo de pan) sino de ese mínimo anhelado del “crecer cotidiano”, que nos da la plenitud intelectual, psicológica , social, física y espiritual, que busca nuestro existir en este bello y azul Planeta Tierra:
Esto sí que es un patrimonio universal humano.
...........

HISTORIAS NOVELADAS, XXIV

 I.- Aventuras del pequeño Filos.
I.- 24.- La ciudad de Alejandría.

“Vamos a realizar un vuelo en círculo, para poder ver todo su contorno exterior qué, por supuesto no es la ciudad original que fundara el Emperador y principal artífice y promotor de la ciudad de Alejandría, sueño dorado de el hombre más ambicioso, en el sentido bueno y malo de esta palabra; conquistador infatigable
de las tierras mediterráneas, oriente medio y en parte de la India; para ello tuvo que vencer y dominar doblegando culturas y fuerzas de los países ocupados qué, él y sus ejércitos no siempre respetaron; esto le costó muy caro a la hora de intentar gobernar a tan diversos y numerosos enemigos, y eso, comenzando por sí mismo.
Quiero que oigas algo, que aún está flotando en el éter cósmico en el que nos movemos; es la voz de un hombre sabio, aunque no siempre comprendido por su coetáneos, un hombre del
ya te he hablado antes; escucha:

“Y por encima de todo
respétate a ti mismo:
Ejércete siempre, amigo,
en practicar la justicia,
de palabra y en acciones
Aprende a no comportarte
jamás sin tener razón.
Y sabiendo que morir, es
ley natural para todos;
debe placerte ganarla,
debe placerte perderlas.”

“Mamá ¿ Quién ha dicho eso?
             ¿ A qué se refiere?”
“Ha sido la voz de Pitágoras; esto es sólo una pequeña parte de un escrito, el único que se conserva de este hombre, que vivió hace ya más de DOS MIL SEISCIENTOS años...”
“Como se llama este escrito?”
“Lo que acabamos de oír, es parte de los bien llamados “Versos de oro”, que te prometo poner completos a tu disposición antes de que finalicemos este viaje; el trocito que hemos escuchado está referido a que:

La persona que no sabe respetarse a sí mismo,
es incapaz de respetar a los demás, 
sobre todo, cuando no sabe ganar las riquezas o las batallas e igualmente no sabrá perderlas; 
y así lo paga con la falta de respeto a los demás. “


miércoles, 30 de mayo de 2012

VIAJES A NUESTRO INTERIOR, especial


(del 17/03/2.012): reposición
AVISO A NAVEGANTES: Que cada uno ponga
un título adecuado,
pontos y comas donde quiera, libremente:

Amigo del alma
amigo
ven y siéntate a mi lado
haz un alto en el camino
mira al cielo
mira al río
y repara en el color
de las flores
de la luz
y la sonrisa de un niño

Ya se que te agobia el frío
de miradas sin respeto
de las voces y los gritos
los desprecios
de los celos
los olvidos
la insolencia
el mal humor
las prisas
las impaciencias

Cierra un momentos los ojos
guarda silencio si puedes
entra en tu interior si sabes
si conoces y recuerdas
la ruta de la morada
de tus espíritu indomable
de tus valores ocultos
de los miedos y tus ganas
de invadir el universo
y comerte todo el mundo

Hay una senda secreta
que sólo conoces tu
es tu memoria
tus sueños
tus mentiras
tus aciertos
es tu lucha por la vida
tus conquistas amorosas
tus temores y fracasos
tus desvelos

Mira en todas las estancias
de la casa de tu vida
recuerda bien tus andanzas
sin pudor aunque te ofusquen
tus vergüenzas
mira los rincones sucios
y la basura anidada
debajo de las alfombras
y debajo de la cama
también dentro de tu alma

Superados los sofocos
de tu cara
barridos los escondrijos
del suelo techo
y rincones
ordenados los enseres
de todo cuanto posees
mira de nuevo la calle
llama pronto a tus amigos
los de siempre y los que ahora

Siempre que piensas en él
siempre que tiemblas por ella
te sorprende
que en la noche de tu vida
brilla de nuevo una estrella
cuando me acuerdo de ti
percibo el roce sutil
de tu pelo
de tus manos
de tu aliento... 

HISTORIAS NOVELADAS, XXIII

I.- Aventuras del pequeño Filos.
I.- 23.- El sarcófago de Ramsés II.”

“Pues el hallazgo no era ni más ni menos que el cadáver dentro del féretro funerario del mismísimo Emperador y Faraón Ransés II, y a su lado los cofres llenos de joyas, de oro y las piedras preciosas que habían acompañado en vida al glorioso Faraón; los datos detallados de esta bella historia son ya patrimonio de toda la humanidad, y tu  podrás leerlo en los libros editados y depositados en las fabulosas biblioteca que fomentan y cuidan muchos de los países que vamos visitar; si miras con atención, verás en la entrada de esas ruinas de los numerosos y bellos palacios y templos de Tebas/Luxor, las imágenes de Ramsés; allá puedes contemplar ese grupo de pirámides bien conservadas en esta otra zona de Tébas, parte, en su tiempo de los dominios egipcios, a pesar de las continuas agrasiones y conquistas de otros pueblos:
cuando murió el gran Ransés, y la dinastía faraónicas entró en crisis, los Sacerdotes y Monjes de los Templos, se hicieron cargo del gobierno,  momentáneamente; para evitar que los muchos buscadores de tesoros encontraran este sarcófago de Ransés, ellos, bajo secreto, y con sus propias manos, condujeron y escondieron todo en este misterioso e inaccesible pozo del desierto.

“¡Casi me da algo! Ya se me había olvidado respirar, y me estaba mareando,” – dije yo.
Mamá se dió cuenta de mi ahogo; me sopló suavemente, hasta que recuperé el aliento.
“A continuación retrocedemos hasta la costa, y te enseñaré algo que nunca olvidarás; es un punto clave para muchas gentes amnates de la historia y la cultura; es uno de los sitios, que más afectan a mi sensibilidad; y, si tu no vinieses conmigo, hoy lo pasaría 
de largo; pero no debo dejar que conozcas algo que es tan digno e impresionante como esta ciudad, la segunda en importancia de Egipto y que en su entorno abriga y representa lo más valioso que, en su tiempo, tuvo el “MARE NOSTRUM”.
“De qué ciudad hablas, mamá”?
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MACHU PICHU Y EL CIELO, XX

Camuflados en una canoa

“Si alguien tiene necesidad de toser, o estornudar, se inclina sobre el fondo de la canoa y debe tapar su cara, boca y nariz con un trapo para no hacer ruido que se pueda oír fuera”
“De todo esto, sí que depende el éxito o el fracaso de nuestra empresa y el viaje de ustedes; las consecuencias serían graves “
Estas palabras fueron dichas por el guía en un tono cargado  de cierto y misterioso temor y dramatismo.
Estas advertencias sí que calaron nuestra preocupación y arrancaron  una oleada de miedo.
Por fin se leía el pavor en los ojos y gestos de todos; nadie hablaba.
En el transcurso del viaje, me resultó una novedad sobre la forma de solucionar en una canoa de madera ocupada por 11 personas  los problemas fisiológicos de hacer pis y caca sin alarmas ni vergüenzas; si uno desea atender alguna necesidad corporal, lo avisa al grupo y va a la “popa” y descarga su “mercancía” a gusto y tranquilo, como si nada pasara; quizá los únicos enterados sean los hambrientos peces que “hacen a todo” y no dejan de rondar sobre los alrededores de la canoa.
El guía nos había indicado que llevábamos unas bolsas preparadas para estos menesteres y urgentes apuros personales; pero nadie las usó.
Al oscurecer, hicimos la avanzadilla hasta cobijarnos en la maleza bajo los árboles, como estaba previsto.
Nos medio liamos con las mantas al efecto, y unos durmieron más y otros menos; pero todos en silencio hasta el amanecer. 
La verdad completa era, que no sabíamos donde nos encontrábamos, “Acojonados”; una mala “noche toledana” como se suele decir popularmente en España; un mal dormir con los ojos entreabiertos.
Mi confianza en los guías era absoluta, por apreciar el dominio que demostraban y los conocimientos que tenían del terreno que pisaban y condiciones de la selva.
No se duerme tan a gusto con en cama, pero saqué un 50 % de rendimiento de aquellas horas deangustiosa y esperanzada espera.

Cuando empezó a clarear el día, todos estábamos ya despiertos y esperando qué iba a suceder. 
Inhóspita experiencia de ver los rayos solares semidormidos, relajados  y enredados en el  enmarañado ramaje  de la selva.
Una experiencia jamás vivida en el antes, y, sí, en el después de mi existencia.
Estaba como extasiado.
Hay  un embrujo  especial en ese despertar natural de la jungla, cuando:
toda la Naturaleza pone en marcha ese complejo de vida vegetal, animal y humano orquestado de multisonidos y en un marco de plantas y colores invadiendote por abajo, arriba, detrás,  delante y hasta por los poros mismos de todo tu ser:
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martes, 29 de mayo de 2012

HISTORIAS NOVELADAS, XXII

I.- Aventuras del pequeño Filos.
I.- 22.- Dos cabreros afortunados.
con todo ese lío de monumentos, estatuas, conceptos e ideas culturales, filosóficas y artísticas del viejo mundo mediterráneo!?”

Mamá advirtió mi situación y salió al paso del lío que se me había producido en la cabeza:

“Mira, hijo, estos dos chóferes que ves ahí, sentados cada uno en su lugar, no son seres humanos, como tú; son robots; una especie de máquina programada en origen; por eso, esta nave, o cápsula, como tu la sueles llamar, es   tan segura y viajamos sin las preocupaciones a que tu estás tan acostumbrado”.
Mamá me acarició el pelo y me dijo:
“Hacemos ahora un giro a la izquierda para que puedas ver que en Egipto hay otras innumerables maravillas cargadas de historia, grandeza y obras inmortales; mira bien a tu derecha, y verás esa hondonada sobre el puro desierto; es otro Valle de los Muertos, similares a los anteriores, con la diferencia que todas sus tumbas fueron saqueadas en tiempos aciagos en qué, los buscadores de tesoros, profanaron los sepulcros y robaron todo el oro y joyas que habían sido enterradas con ellos”...
“Mamá, que cosa tan desagradable; da miedo estar aquí, en este terreno tan árido y feo”.
“Te voy a contar una pequeña historia; verás:
en ese agujero entre las rocas y la arena, hay un pozo profundo al que nadie había bajado durante más de TRES MIL años; dos cabreros que cuidaban sus rebaños en estos parajes, vieron como una de sus reses se introducía en el dicho pozo; atado a la cuerda que sostenía uno de ellos, se agarró el otro y bajó hasta que, sorprendido gritó hasta ser oído por su compañero...”
Le corté, sin darme cuenta; tal era el grado de emoción y curiosidad que me embargaba:
“Esto es muy interesante, mamá, se me han puesto los pelos como escarpias; ¿Qué había visto o encontrado el otro cabrero?”

lunes, 28 de mayo de 2012

COMPARTIMOS VIDA Y MUERTE, XIV

Una actriz “con tablas”,  3
“Mire, cuando alguna de las ancianas se pone muy malita, llaman al padrecito, les confiesan y además les traen la Comunión, las ungen no sé con qué, y les ayudan a morir en paz.”
Uno podría pensar que esas costumbres de ayudar  a morir son frecuentes, comunes, aunque distintas en cada grupo cultural.
No es el momento de recordar ni repetir dichas costumbres,, pues corremos el riesgo de ofender sensibilidades de personas reales, que, creyentes o no, tienen sus propias ideas, al margen de las nuestras, cualquiera que estas sean,  y, que para ellos/as, son tan o más válidas que cuantas les podamos sugerir; guardamos silencio sobre ello, por puro respeto y amor universal a todo ser humano, incluidas sus ideas y demás creencias naturales y/o religiosas.
Ahora me corresponde decir en conciencia que aquella artista de otros momentos de actividad artística, manifestó el deseo expreso de “morir en paz” ( como lo expresó ella), abrió de par en par su corazón, su memoria y su conciencia, y... aquí está el motivo de  mi siguiente silencio: no puedo ni debo declarar palabra alguna y menos si son pecados manifiestos, por mi lengua está sellada por un secreto profesional que en mi caso, como de cualquier otro Sacerdote católico o cristiano, se denomina con  el nombre de “SIGILO SACRAMENTAL, por  el que “hay que dar  la propia vida  antes de manifestar ni una sola palabra de las escuchadas en
Confesión.” Dicho y subrayado queda. Secreto de sumo valor.
Mis visitas se repitieron dos veces por semana; tuvimos ocasión de verle a ella cantar y a, las que podían, bailar al ritmo de sus canciones.
Fue una experiencia de gran influencia general, pues muchas de las ochenta ancianas que llenaban la sala, se animaron a seguir los pasos espirituales de aquella artista “con tablas” que descubrió por ella misma la grandeza humana de saber , a pesar de los malos pensamientos, palabras y hechos, “VIVIR Y MORIR EN PAZ”
Pasaron tres semanas; su salud se quebrantó en días; sufría grandes dolores y molestias, hasta el punto de aplicarle un fuerte somnífero, para aplacar su fuerte sufrimiento físico.
Cuando se acercó la enfermera, en presencia de un médico, se dio cuenta y preguntó:
“¿Para qué es esa inyección”?
“Es un aéelgesico, para que no sufras tanto”- le dijo.
Celinda, para los amigos, dijo:
“No me quiten los dolores; es el único medio que yo tengo para purificar mi alma, tan manchada por los pecados que he cometido durante mi vida”.
Yo seguí a su lado durante la tarde, toda la noche y hasta las once de la mañana; a dicha hora, apretando mi mano con fuerza nos dijo: creo que ha llegado la hora; perdón por todo; hizo un gesto con la mano, como queriendo decirnos  “adiós” y, enseguida, nos dimos cuenta de que había fallecido.

HISTORIAS NOVELADAS, XXI

I.- Aventuras del pequeño Filos
I.- 21.- Egipto es aún más grande.

La nave se elevó algo más, y pude ver que Egipto era mucho más que esa ciudad tan inmensa que es el Cairo, su capital; su casi  interminable recorrido siguiendo la corriente del Nílo y sus verdes, unas veces, y desérticas otras, el respetuoso Valle de los Muertos, que nos arrastra a pensar que no fueron humanos normales los que tal cosa hicieron, para llegar a creer que fueron seres extraterrestres los auténticos constructores de esas majestuosas pirámides, llenas de inspiración divina que dejó impresa en sus hijos terrestres, el sello y firma de su elevada religiosidad; mamá me dijo, observando mi perplejidad infantil ante la acumulación de tanto misterio y sabiduría:
“Filos, hijo querido, Egipto es un ejemplo de florecimiento cultural, nacido, desarrollado y, salvando las distancias, de la herencia que un día les influyó desde la región cercana en cuanto a lo geográfico, y tan  remota en el tiempo, de la Mesópotamia a orillas del Golfo Pérsico, tras la llegada de los Sabios Gigantes, procedentes del punto de referencia única planetaria de la original Rapa Nuí, que, como tu estás comprobando, no debemos perder nunca de vista”.    

“Sí mamá, desde nuestra breve visita a dicha Isla, a mi no se me va de la cabeza, aquel lago, aquella pirámide natural del Te Revaca, y el Triángulo pitagórico, amarillo fuego, que fue para mí fue una visión nocturna como si fuera una Isla encendida  exclusiva  para una verbena fantasmagorica en fiestas populares qué, como no había gente, hubieran prendido sólo para nosotros cuatro...”
“Filos, no te confundas, ¡sólo somos tu y yo!”.
“Me restregué los ojos; ¿qué me pasaba ahora?!
¡Acaso me estaba volviendo majareta ...
..........

domingo, 27 de mayo de 2012

HISTORIAS NOVELADAS, XX

I.- Aventuras del pequeño Filos
I.-20.- Huellas muy valiosas de Egipto

“Hijo, qué cosas tan bonitas, que no tuve antes la ocasión de oír, tu acabas de decirme; son más bonitas que todas las bellezas que se pueden encontrar en el mundo terrestre; debo seguir con el tema de las pirámides de este país, Egipto, que podríamos llamar el País de las Pirámides, tienen sentido funerario, por lo que se denomina este espacio el “Valle de los Muertos”.
“Ah, mamá, igual que en México, la “Calzada de los Muertos” en Teotihuacán; ¿recuerdas”?
“Así es, Filos; es bueno que aprendas a tener en cuenta todo cuanto has visto y lo que te resta por conocer, y  relacionar todo lo que tiene cada cosa con el conjunto de todo lo demás; no debemos quedarnos sólo con los conocimientos aislados; la Sabiduría tiene su valor completo, digno de saborear, “sápere” y de ahí la palabra “sapientia”, en que el sabio no es tal sabio por todos sus conocimientos adquiridos, sino porque vive “saboreando” con felicidad la dulzura y fruición espiritual que le produce tal experiencia; esta es la razón por la que encontramos gentes sencillas, que han llegado a este nivel, casi sobrenatural, de poder “Saborar lo que conocen, aunque sea poco, porque se sienten satisfechos, según su personal capacidad; piensa en dos simples vasos, uno grande y otro pequeñito; los dos se encuentran llenos; pero el pequeño no siente envidia alguna del otro vaso más grande; igual sucede a los seres humanos, personas con distintas capacidades; lo importante no es el tamaño y capacidad diferente en cada uno, sino que lo importante es estar LLENO en su total capacidad; ¿has comprendido bien?”
“Sí, mamá, esto es una escuela ambulante de Sabiduría, y tú, eres la perfecta Profesora que cualquier ser humano desearía tener.”
Se me caía la baba escuchando a mi mamá; era ella, la Sabiduría en persona, la qué, con su palabra me embelesaba y elevaba sobre el resto de cuantos seres humanos yo había conocido.
......

MACHU PICHU Y EL CIELO, 19


Besando los piés del Machu y Waina Pichu.

No faltaba la alegría y buen humor mientras hacíamos el trayecto, según Hugo,  más difícil por la necesidad de tener que hacerlo a pie. 
Las ocurrencias eran constantes.
Manifesté mi preocupación por la posibilidad de encontrar algunos mosquitos de picadura mortal,  arañas u otros bichos y alimañas; Hugo aclaró que eso ocurre más en otras zonas cercanas a lagunas y tierras pantanosas.
Decía que él, haciendo esta ruta,  jamás había visto  ocurrir algo digno de teme; nos pidió que nunca dejáramos el grupo; que nadie se separara sin avisarle previamente.
Los peligros estaban en la forma de proceder de cada uno de nosotros.
Al cabo de algo más de dos horas, vimos las canoas en un recodo del río; fue un contento general, pues terminaba la caimnata.
Al lado brotaba un manantial de aguas purísimas que saciaron nuestra sed y nos ayudaron a tomar la primera comida del viaje; esta consistía en tamales, mazorcas cocidas, trozos de carne, supuestamente de llama o vicuña y hermosas frutas de la selva.
Empezaba una etapa nueva para la mayoría de los alegres aventureros.
Subimos a las dos canoas de la expedición.
Las mujeres que montaron con sus parejas en una de las canoas, y los solitarios montamos la segunda canoa.
Al principio va uno con “los huevos de corbata”; al pasar las horas terminas remando como todos.
En la medida que se avanza, va creciendo el caudal del río,  los árboles salvajes se van convirtiendo en gigantes y sus ramas invaden las orillas.
Y tienes la impresión de que no hay tierra, todo son árboles y agua.
 Comienzas a creer que estar perdido.
Ahora nuestro guía tenía que decirnos la verdad final de la visita a los indígenas.
“De visita, nada”;  -nos dijo-; ya   que todos nosotros veremos a las personas indígenas, tal y como viven al natural,; pero ni ellos podrán vernos ni nosotros podremos hablar con ellos".
“Cuando estemos cerca, (si es que aún es  de día), tenemos   que esperar hasta que anochezca; cuando  veamos que se han retirado a dormir, avanzaremos, todos en silencio, y nos colocaremos en las propias canoas, debajo de los árboles y la maleza, justo en frente a las cabañas de los indígenas; allí “quietecitos” y en total y “religioso silencio” debemos esperar hasta la  hora del amanecer."
............

sábado, 26 de mayo de 2012

HISTORIAS NOVELADAS, XIX

I.- Aventuras del pequeño Filos.
I.- 19.- ¡ Cuántas pirámides”

“Cuando seas mayor, deberás trabajar mucho en la justa defensa de cuantos necesitados y machacados por las injusticias conque otros les aplastan sin piedad; por eso tienes que ser muy exigente contigo mismo y prepararte para la misión a la que has sido llamado”.

“Ho, mamá, eso si que me parece muy triste, y me dan ganas de llorar; creo que en las montañas de mis Andes, ¡hay muchísimos incas, y descendientes de incas, hombres y mujeres, jóvenes, niñas y  niños que aún sufren mucho por todas esas injusticias!
 Mamá me explicó muchas más cosas; algunas no  pude entenderlas del todo; mamá se dio cuenta, porque me dijo:
“Ahora toca curiosear el mundo que te rodea, ser feliz y disfrutar la niñez que te queda, ya que es una de las etapas más hermosas de la vida de los seres humanos; mira y observa hacia  tu derecha”.
“¡Cuántas pirámides se ven, mamá, en torno a ese gran río turbio y en pleno desierto; qué grandiosidad; (ya no pude más; no me fue posible poder contener tanta emoción y me lancé, como un loco, a los brazos y cuello de mi mamá, que jamás la había tenido tan cerca, olía tán bien, que me quedé extasiado con mi nariz pegado a su garganta) rompí a llorar, y le susurré:
Mamacita querida, tu vales para mí más que nada en el mundo, todo lo que me enseñas y aprendo es fabuloso y me hace sentir una persona nueva desde que tu me adoptaste como hijo; pero nada se puede igualar a tu bondad, ternura y cariño; tu vales para mi, más que todo eso; déjame quererte en la forma que yo se; soy torpe e ignorante, pero debo tener un corazón más grande que mi pecho, porque siento como si fuera a explotar, cuando te miro, te toco, te amo y te beso.”
Mamá lloró sobre mi y guardó silencio.

Luego, refiriéndose a las pirámides, me dijo:

COMPARTIMOS VIDA Y MUERTE, XIII

 Una  actriz “con muchas tablas”, 2
Los médicos que le atendían, dejaron evidente constancia de que la señora no estaba todavía  para morir; duraría algún tiempo, pero no antes de dos meses, como mínimo.
A los cuatro días, volví a visitar aquella sala; saludé a todas las personas situadas en las camas justo al frente en las que ocupaba la que me cruzó la cara con su mano; cuando regresaba hacia la salida, me dirigí a todas diciendo: 

“mañana volveré para atender a las de esta parte de la sala; ¡buenos días a todas, y hasta que nos veamos mañana!”

Al siguiente día, entré al recinto, fui hasta el final, saludé a una por una, comentando y con sonrisas para todas; al llegar a Celinda (así se llamaba), hice el ademán de pasar de largo...

“¡Oiga, padrecito, que se olvida de mí! ¡yo también soy persona!! 

“¡Ah, perdone, creía que no quería saber nada de mí!, perdone; “ahorita” vuelvo!”
Tras de haber terminado de atender a la señora de al lado, volví a Celinda, 
y antes de que yo dijera palabra, Celinda se adelantó:

“Qué vergüenza; me han dicho mis vecinas que es usted un buen padrecito, y...yo sin saberlo; ¿podrá perdonar la bofetada que le di? ¡qué tonta yo!”

“Mi buena Celinda: ya le perdoné; yo ni me enteré de la bofetada, usted lo ha soñado; olvídese de ello y viva con alegría el resto de sus días; usted tiene aún mucha vida por delante; quiero verla y oírla vestida tan bonita 
con sus trajes de artista”

Nos hicimos muy amigos y ella me contó muchas de sus 
hazañas de artiz,  y...me explicó:
¡”También actué en el teatro!...representé a grandes mujeres de la historia...y entre ellas representé a...
¡ vaya, se me ha olvidado!...luego, cuando recuerde se lo digo”

Pasaron varias semanas; Cella volvió a cantar, pero no a bailar, pues sus piernas ya no le obedecía, tal como ella solía decir.
Un día me dijo:


viernes, 25 de mayo de 2012

HISTORIAS NOVELADAS, XVIII

I.- Aventuras del pequeño Filos.
I.- 16.- Mi encuentro con la Sabiduría.

Estábamos situados a una cierta gran altura y lugar estratégico, en que dominábamos todo ese gran techo celeste del Mediterráneo con la posibilidad de contemplar los ríos,  montes,  ciudades antiguas y modernas, como si fuera una gran pizarra en que mamá iba tocando con una ráfaga de luz para que yo viera y entendiera todo con absoluta claridad.

En primer lugar tocó con su rayo de luz amarilla fuego las pequeñas colinas que hay y soportan el agradable peso de la ciudad de Atenas rodeada de colinas y coronada por ese templo de Zeus, el Partenón; me dejó sin respiración tanta historia, tanto arte, tanta cultura literaria y tanta sangre mitológica en tan escaso espacio; mamá se dio cuenta de mi emoción genética:
“Hijo, ya se lo que sientes al encontrarte en este lugar helénico, cuna de pueblos y modelo de todas las ciudades y pueblos de Europa y América, que reprodujeron en cada lugar sus viviendas, sus creencias y su forma de actuar en convivencia social y política pacífica en régimen democrático y con valores comunes socioeconómico  y republicanos en la general producción y justo reparto de beneficios; tan así fue, que al ser bautizada esta cultura por la fraternidad proclamada por los Apóstoles del Evangelio, la nueva “Comunidad tenía todo en común y ninguno de ellos carecía de lo necesario para vivir dignamente”.
“Mamá, pero eso es maravilloso; por eso toda la América del norte y sur continental se llaman repúblicas, ¿verdad?”
“Hijo, así es hasta cierto punto; porque en las distintas repúblicas, que hoy conocemos, hay otros elemento de interés egoísta en que “la cosa pública” ya no lo es tanto, sino que los gobernantes y poderosos económicos, en vez de ser guardianes de justicia y equidad, se dedican a enriquecerse ellos mientras, sin escrúpulos, explotan a todos los ciudadanos sin capacidad de defenderse.”
Oyendo a mi mamá, casi se me saltaron las lágrimas; mamá lo advirtió y me dijo:
.....

HISTORIAS NOVELADAS, XVII

I.- Aventuras del pequeño Filos.
I.- 16.- Mi encuentro con la Sabiduría.

Estábamos situados a una cierta gran altura y
lugar estratégico, en que dominábamos todo ese gran techo celeste del Mediterráneo con la
posibilidad de contemplar los ríos,  montes,  ciudades antiguas y modernas, como si fuera una gran pizarra en que mamá iba tocando con una ráfaga de luz para que yo viera y entendiera todo con absoluta claridad.

En primer lugar tocó con su rayo de luz amarilla fuego las pequeñas colinas que hay y soportan el agradable peso de la ciudad de Atenas rodeada de colinas y coronada por ese
templo de Zeus, el Partenón; me dejó sin respiración tanta historia, tanto arte, tanta cultura literaria y tanta sangre mitológica en tan escaso espacio; mamá se dio cuenta de mi emoción genética:
“Hijo, ya se lo que sientes al encontrarte en este lugar helénico, cuna de pueblos y modelo de todas las ciudades y pueblos de Europa y América, que reprodujeron en cada lugar sus viviendas, sus creencias y su forma de actuar en convivencia social y política pacífica en régimen democrático y con valores comunes socioeconómico  y republicanos en la general producción y justo reparto de beneficios; tan así fue, que al ser bautizada esta cultura por la fraternidad proclamada por los Apóstoles del Evangelio, la nueva “Comunidad tenía todo en común y ninguno de ellos carecía de lo necesario para vivir dignamente”.
“Mamá, pero eso es maravilloso; por eso tda la
América del norte y sur continental se llaman repúblicas, ¿verdad?”
“Hijo, así es hasta cierto punto; porque en las distintas repúblicas, que hoy conocemos, hay otros elemento de interés egoísta en que “la cosa pública” ya no lo es tanto, sino que los gobernantes y poderosos económicos, en vez de ser guardianes de justicia y equidad, se dedican a enriquecerse ellos mientras, sin escrúpulos, explotan a todos los ciudadanos sin capacidad de defenderse.”
Oyendo a mi mamá, casi se me saltaron las lágrimas; mamá lo advirtió y me dijo:
Publicado el 26/5/12


COMPARTIMOS VIDA Y MUERTE, XII


Segundo caso de asistencia personal.

Una actriz “con tablas”.- 1
 En una residencia de mayores, vivía desde hacía años una 
señora que rondaba los ochenta febreros de vida; poseía un 
baúl grande con cantidad de trajes, ricos y vistosos, pues 
había  sido  artista en sus años de actividad profesional 
hasta la jubilación a los 60; de vez en cuando, se arrancaba 
a cantar, bailar, presentar a sus colegas artistas, se vestía 
luciendo aquellos maravillosos trajes; no lo hacía mal, y 
todos los compañeros y compañeras de la sala le aplaudían 
con regocijo y satisfacción.

Un día, una enfermera encargada de la salud de aquellos/as 
ancianitos, requirió mis servicios de atención psicológica y 
espiritual; fui a verla y, como siempre, yo le pregunté por su 
salud, y, de paso me interesé por sus familiares; su respuesta 
fue la siguiente:

“ mire, señor, si viene a curarme, ya cumplió con supersonal 
obligación de visitarme, porque yo, ya me   estoy muriendo 
a chorro; lo noto yo, pues mi cuerpo no responde ni obedece 
a lo que yo le mando, me da mucha rabia por eso y no deseo 
que ustedes me anden molestando; me pongo peor; ¡déjenme 
morir en paz! ¡por favoor!”

Quedé aturdido, al oír aquella voz desgarrada que oyeron 
todas las personas de la sala; yo le quise tomar la mano para 
inetar tranquilizarla, cos que ella rechazó violentamente 
dándome una tremenda bofetada.
Vinieron las enfermeras, le reprendieron su ya expresado 
inabitual comportamiento; por mi parte, le hice ver que la 
comprendía y que la bofetada no tenía nada que ver conmigo 
y ya le había perdonado.
Una señorita enfermera comentó que siempre hacía igual con 
los médicos, sacerdotes y con ellas mismas; la señora oyó 
ese comentario, y comenzó a gritar con las pocas fuerzas 
que le quedaban:

“¡Déjenme ya todos, quiero morirme para no verlos más!  
No tengo familia, no tengo amor, no confío en los médicos 
ni en los curas ni en las monjas ni en ninguno de los que 
estáis aquí; no quiero veros a   ninguno de vosotros; ¡fuera 
todos, deseo estar sooola!   ¿¡Es que no se enteran?.¿No me 
oyen? ..
¡¡F u e r a!!”

Ante una situación así, sólo hay una solución lógica; dejar de
molestarla y esperar a que se le pase el enfado y volver con 
argumentos de distinta índole, tras de investigar facetas de su 
vida en que a su forma, le han dado fama y felicidad.


jueves, 24 de mayo de 2012

HISTORIAS NOVELADAS” XVI


I.- Aventuras del pequeño Filos.
I.- 16.- Seguimos sobre el Mediterráneo.

Nos elevamos aún más; mamá se puso seria, como que tenía lago muy importante que decir; a continuación ella me tomó la mano derecha, mientras acariciaba mi cabeza con su  mano izquierda, y me decía:
“Fíios, hijo mío, durante breves minutos vas a dar un salto muy grande en lo que toca a tus conocimientos y grados de madurez dentro de tu edad de niño, llamado a entrar en la edad de adolescente; tienes trece años, y pronto cumplirás catorce; vas a notar pronto en ti un profundo cambio fisiológico; eso sucede igual a todos los chicos de tu edad; es la edad de la pubertad o, como dicen en la España de tus antepasados, es “la edad del pavo:”
“Y, por qué la llaman así” - interrumpí yo a mi mamá, que sonrió de nuevo.
“Los chicos, en esta etapa de sus vida, pasan de ser niños a ser ya hombres, sexualmente hablando; suele notarse en que les aparecen unos granitos de acné en la cara, se vuelven muy sensibles y, como consecuencia, sienten gran vergüenza por todo, y con   injustificada frecuencia se ponen rojos, pasan a ser muy huidizos y desconfiados ante sus amigos y los familiares:”
“¡ Qué raro me parece todo esto!, mamá!, ¿a mi me va a pasar también?” –insistí yo.
“Bueno, cuando sientas algo raro en tu cuerpo o forma de comportamiento, me avisas y yo te explicaré todo lo necesario y conveniente”

Habíamos llegado a la altura de Roma; me parecía estar viendo visiones; una ciudad muy grande en que se divisaban gran cantidad de edificios nuevos, otros no tanto y un montón de  construcciones  que  parecían ruinas como abandonadas, parecían estar destruidas por una guerra o algún terremoto, como suele suceder en la ciudad de Arequipa, vecina de Puno enmi Perú natal;  mamá continuó:

MACHU PICHU Y EL CIELO, 18

En el Altar de las Vírgenes del Sol.

En su favor, y en el mío, tengo que confesar que recibí las mejores atenciones que le están permitidas a un cura en casi todos los rincones de América del Sur, donde a un Sacerdote se le trata como “a un dios”; ya lo había notado en mis trabajos  y contactos realizados en Lima; pero allí fue algo especia; se desvivían por mi, por ser el "padrecito".
En el año 1962 había muchas situaciones que hoy parecen anacrónicas, allí y entonces  no lo eran.
La población de Aguas Calientes era entonces como una cortijada.
Había mucha gente que vivía de la venta de diferentes muy variados y
sencillos recuerdos relacionados con Machu Pichu y sus alrededores; aún no se había despertado la voraz fiebre turística, que existe hoy en cualquier punto de atracción turística del mundo; todo turista está demasiado explotado; allí, cuando yo lo visité, era todo más sencillo.

A las 7 de la mañana, cuando salí a la calle, tomé el desayuno en un chiringuito cercano; todo el mundo sabía lo de la Misa en el famoso altar conocido de la  Ciudadela; había acordado con mi amigo Hugo que la hora más oportuna para celebrar era a las 8,30 a. m., y evitar los momentos en que muy temprano andan por allí las visitas y grupos de turistas organizados.
Como ya estaban todos pendiente del evento religioso, salimos como peregrinos en caravana unas 30 personas; subimos  la dura pendiente cortando por la vereda que ellos ya  han marcados  por la rutina y evitar hacer el ascenso zigzagueando los once kilómetros que marca la vía/ normal para los vehículos de ruedas; a la 1/2 hora ya estábamos junto al altar; pusimos sólo los corporales  sobre el altar cubriendo con ellos sólo la mancha de la sangre petrificada, coloque el cáliz sobre ellos y a continuación me empecé a poner los ornamentos con la idea de iniciar la celebración eucarística, cuando se presentó un vigilante de la Ciudadela y nos dijo:

“todavía no es la hora de visitas, si no tienen el pase correspondiente, no pueden estar aquí”.

El guía le dijo, y,  con él, otras personas presentes:

“Pero, si nosotros no hemos venido a visitar la Ciudadela, que ya  la tenemos muy conocida; hemos venido para acompañar al "padrecito", que va a celebrar la Santa misa”.

El vigilante añadió: “ah, bueno; sigan, sigan”.

El mismo permaneció con nosotros, y algunos le pudieron tranquilizar, explicando que la Misa terminaría antes de la hora de la apertura; que confiara en nosotros.
Tras esta incidencia, y la evidente y amable distracción,   comuniqué a todos que la Misa la íbamos a celebrar por el descano eterno de todas las chicas que habían derramado su sangre sobre este altar, y además,  daríamos gracias a Dios por todas las personas que se dedicaban al mantenimiento  y  conservación de tan venturoso Monumento.

Fueron 35 minutos de oración, devoción y respeto  hacia el lugar tan lleno  de  historias familiares y ancestrales como la magia sagrada que se masticaba en aquel lugar tan grandioso, con todos los ingredientes naturales, humanos y divinos en el marco incomparables  del valle de Urubamaba, que rodea con tanto gusto, primor y solemnidad con que la naturaleza abraza y mima  al Machu Pichu.
Todo fue así;  tan espontáneo como la vida misma; disfruté muchísimo
del lugat, altar, recogimiento sagrado de los asistentes a la ceremonia y
sobre todo, pensaba, que Cristo, presente en aqule altar, estaba tan feliz
como los creyentes de Aguas calientes y yo.

miércoles, 23 de mayo de 2012

COMPARTIMOS VIDA Y MUERTE, XI

Primer caso de  tantos otros:

La vida y la muerte de un hombre bueno.  

El distinto comportamiento conocido por mí, queda 
reflejado en los casos siguientes.
Una joven me dice muy nerviosa y llorando:
“Mi padre está muy enfermo y necesita su ayuda urgente”.
“¿ Tienes coche?”  -le pregunto.
“Sí, puedo llevarle yo misma”.
“Salimos ahora mismo; tengo que llevar algunas cosas 
necesarias”. En tres minutos marchamos a toda velocidad
permitida; en cierto momento la señorita me dijo:

“Mi papá dijo esta mañana, al despertar, que ha visto a mi 
madre sentada al lado de su cama; pero eso no puede ser, 
porque mamá ya murió hace tres años; así que ya ve; o se 
le está yendo la cabeza o, como dice una vecina, cuando 
un enfermo dice ver a ersonas ya fallecidas es porque están 
a punto de morir”.

Aunque es cierto lo que suelen decir en casos semejantes, 
no quise abundar en aceptaciones ni reproches a una joven 
tan afectada en ese momento tan crucial para ella; opté por 
explicarle:

“La muerte no está en nuestras manos, al igual que la vida; 
es más importante la actitud que tenemos  frente al hecho 
mismo, a la hora de ver y ayudar a bien morir a nuestros 
seres queridos.”

“Mi papá ha dicho muchas veces que a él no le importa 
morir; pues dice que desde  que murió mamá no le gusta 
vivir; se querían tanto, que yo creo que desde entonces mi 
padre se ha ido muriendo poco a poco, un poquito cada día; 
yo creo que está hasta  contento, porque dice que ella le está 
esperando y se le ve feliz, al ver que eso está ya muy cerca.”

Me mostré comprensivo y contento con esa forma de pensar:

“En tal caso, tenemos ya mucho camino andado para 
conformarnos para acompañar amigablemente asistiendo a 
lo que su padre entiende como una simple despedida de sus 
hijos para emprenderel viaje a la morada eterna, donde su 
esposa le espera con amor”.

Llegamos hasta el dormitorio del señor Alberto,  se llamaba, 
y nos recibió con palabras suaves y débiles:
“Gracias a Dios que han llegado; creía que no podría 
despedirme de mi hija; creo que ya no pasa de hoy, y por eso 
estoy muy contento”.

Le presté toda la ayuda espiritual que me solicitó y me 
permití decir a un hombre que pensaba así, las siguientes
palabras.

“Don Alberto, si todos pensáramos como usted, se habrían 
acabado todas las penas que afligen a los habitantes de este 
mundo. 
Gracias y que sea muy feliz en compañía de su esposa María
Guadalupe”.
Y el señor Alberto me sonrió, aunque en su piel se notaba el
 gesto del dolor:

“Gracias, y le espero allá arriba, donde seguro que estaremos 
mejor que aquí”.

Con un apretón de manos, y una bendición nos dijimos ¡adiós! 
y, a a cuarenta y seis años de distancia, le recuerdo  con tanta 
alegría y paz como ambos experimentamos en aquel día de 
tan venturosa partida de Alberto al encontrase con su fiel amor.

Las conclusiones debe deducirlas cada uno/a evitando tomar 
partido ideológico particular.
La razón es, sin más consideraciones, el fiel y mutuo  respeto
 que nos debemos cada ser humano ante todos los demás.

HISTORIAS NOVELADAS” XV


 I.- Aventuras del pequeño Filos.
I.- 15.- Sobrevolando el Mediterráneo.

Ahora nuestra Cápsula se elevó a una cierta altura y podíamos ver con absoluta claridad las ciudades y pueblos cercanos a las costas e inmediaciones de este mar tan coqueto con un nombre tan apropiado de “mar entre tierras” o el “mar en medio de tierras”, nos muestra orgulloso y señorial, por considerarse la fuente más reconocida de nuestra cultura occidental; así me lo explicó mi mamá:

“Hijo, pon atención a lo que te voy a decir; aunque sólo tienes trece años de edad, y recién has empezado a conocer un mundo que te era totalmente desconocido, en este viaje a la cuna cultural de tus antepasados más inmediatos, debes saber que en las orillas y el entorno de este Mar se desarrollaron grandes acontecimientos de repercusión universal en pro y también en contra de el desarrollo de los humanos  que habitan el planeta, con grandes repercusiones que siguen vigentes en la actualidad...”
“Y ¿por qué esos hechos antiguos  son tan importantes?” – interrumpí yo sorprendido.
Mamá me explicó:

“Son tan cruciales para tí, igual que para cualquier persona culta, que nadie puede considerarse tal, si antes no ha tenido contacto estudioso y directo con estas realidades  culturales, llamadas comúnmente ciencias y culturas “CLÁSICAS”, refiriéndose a la literatura, matemáticas y ciencias de los “griegos” y los “romanos”, seguidos por los florecimientos posteriores, que dieron lugar a los llamados “siglos de oro” surgidos de forma más o menos escalonada en los diferentes países europeos y americanos”.
Me empezó a temblar el pulso; había  algo que me afectaba  sobremanera en aquel ambiente de influencias psicológicas; tal vez era el grito de la sangre griega que aún seguía palpitando en mis venas, al acercarme a la tumba de mis antepasados; pensaba yo en silencio.
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martes, 22 de mayo de 2012

HISTORIAS NOVELADAS, XIV

1.- Aventuras del pequeño Filos.
1.- 14.- En la costa del país de mis antepasados.

Habíamos salido a la superficie del mar y yo no dejaba de preguntar; mi mamá, me iba indicando y nombrando puntos de interés por su belleza o por su pasado histórico; a mi no me daba tiempo de escuchar y aprender todo tan de prisa:
“Observa ese tremendo peñón, propiedad del país que en un tiempo, no lejano, gobernó, desde su pequeñez, el Imperio más grande que han conocido los seres humanos, en los últimos veinte siglos; se llama España y el idioma que tú hablas es propio de sus gentes, las que colonizaron casi todo el Continente de Sudamérica, y ¡Puno!, donde tu naciste; dicho Peñón fue robado por otro país del norte, de cuyo nombre prefiero no acordarme, para no profanar el justo honor de tus antepasados hispanos”.
-“Esa Isla toda de piedra y desierta?”
“Sí, tiene un nombre de condimento: Peregíl ”
-“Mira esas Islas en grupo; ¿qué son?
“Son las Pitiusas o Baleares; fueron en tiempo antiguo habitadas por gentes de una cultura y de una elevada espiritualidad religiosa, y se caracterizaba por sus melodías celestiales”.
“¿No podemos hacer una visita, aunque sea corta, a mis antepasados de España?
“Hijo, este viaje ya está programado, y no es oportuno retener dicha programación; pero te prometo volver pronto a España, ver sus muchas y grandiosas obras de arte, bellezas naturales; e incluso podemos encontrar a ciudadanos actuales, descendientes de tus mismos antepasados”.
Yo comencé a recordar cosas que me contaba mi padre sobre sus antiguos familiares; alguno de mis abuelos, o más, había sido soldado en tiempos de la Conquista del Perú, con Pizarro a la cabeza, y amigo personal de un medio indio español que se llamaba... Garcilaso de ...

FRAMENTOS DE TODA UNA VIDA , 20

Durante el tiempo que estuve y viví hospedado en el Asilo de las las Hermanitas de los Ancianos Desamparados; compensaba mi hospedaje y comida con mi trabajo sacerdotal ejercido con los/as ancianitos/as, predicando, celebrando la Misa de los Domingos y confesando ancianos/as y monjitas.

El tiempo está tan lleno de anécdotas, que serían muchas las páginas y libros para contarlas todas. Recordaremos sólo algunas:
En las tres habitaciones reservadas a Sacerdotes ancianos, enfermos o estudiantes, como era mi caso, coincidieron conmigo:

Un anciano Sacerdote vasco, con el que se podían pasar horas y horas escuchando ideales sociológicos, religiosos y políticos que han estado, están y estarán siempre sin solucionarse del todo, debido a que los “españoles no comprenden las aspiraciones ni la idiosincrasia vascas”, decía siempre.

Otro anciano franciscano de Valladolid, que llegó al Perú hacía 60 años y murió allí sin haber vuelto jamás a España. 
Hablaba el castellano con pureza y acento vallisoletano, como si acabara de llegar de su tierra y Castilla natal.

Llegó también a la residencia un joven Sacerdote dominico.
Cuando llegó a Perú, pasó un año en Lima, con el fin de aclimatarse.
En ese año dio clases de formación complementaria a un niño hijo de una familia peruana adinerada. 
Luego marchó a la selva para trabajar con los indígenas como sus compañeros  de la misma Orden de Santo Domingo.
A los tres mees, afectado por una infección propia de la selva amazónica, quizás alguna picadura, cuyo aciertto de curación no fue posible encontarar.
Ingresó en la Residencia, donde la enfermedad se fue agravando, hasta el extremo  de temer por su vida.
Fueron unas semanas de dolor, para él y para todos los que le rodeábamos; al principio parecía que iba amorir con resignación, pero en un momento dado, leoímos decir

“esto no es justo. Ingresé  de niño en la vida religiosa; toda la juventud estudiando y preparando mi futuro misionero; he dejado a mi madre viuda, y vine al Perú cargado de ilusiones de apostolado, y veo que todo ha sido en vano; mi vida es un total fracaso; Dios, de cuya existencia ya dudo, me ha fallado; “no quiero saber nada de nada; no me habléis de Él, nunca más; reniego de todo, de la Iglesia, de la Orden de Predicadores, incluso de mi Sacerdocio y de todos”.
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lunes, 21 de mayo de 2012

MACHU PICHU Y EL CIELO, 17

Una oferta tentadora.

Luego, vinieron las risitas, las envidias, y también las palabras de recriminación por haber procedido así.
Tras la comida, quedó un tiempo disponible para ir rato a descansar, andar por los alrededores en plan libre o conversar con los demás.

Fue en esa hora libre, cuando se me acercó un guía de los que habíamos tenido en el recorrido  por las instalaciones de la Ciudadela y me propuso un plan tan tentador que no pude rechazar; me dijo bajito:

“Padrecito, ¿no le gustaría visitar una tribu indígena de las que hay en las orillas del río Ucayali?
 Si lo desea, yo le puedo llevar.”
 Yo le pregunté,(por pura curiosidad):
“ Cuánto tiempo se tarda, y cuánto cuesta ese viaje, y cómo se hace el trayecto?”
El hombre me explicó:

“Primero bajamos andando, unas dos horas por  los lados del rió del Sol ( Willca Mayu, quería decir); y allí seguimos en canoa hasta llegar al primero de los poblados; en el VIAJE  completose se` tardan  dos días  y dos noches;  el precio, por persona son 100 soles por la canoa y 100 para el guía y la comida.
¡A que es  barato?...
Solo me faltan dos personas; si quiere le apunto.”
Me quedé muy indeciso; ¿queé pintaba yo en plena selva para ver simplemente a un grupo, suponía mal, de indígenas?
El hombre me animó:
“Padrecito, por ser usted el único Sacerdote que va con nosotros, le voy a descontar 50 soles; salimos mañana, antes de  medio día”.
Después de una pequeña reflexión, le dije que sí, con una condición:

“Ya que valoras el hecho de que voy de cura con vosotros, debes lograr que todos, libremente ( para evitar que mi condición sonara a chantaje), o algunos, asistan contigo a una Misa que celebraré en el altar de roca inca de los sacrificios,  al lado de el reloj y calendario solar” 
“¡ vale , amigo ¡” – me respondió feliz.

El buen hombre se alegró tanto que me recomendó la pensión en que debería pasar la noche para evitar así el pago del Parador, que era “carísimo” (según él).
Cuando llegó la hora de retorno  bajé con todos en el microbús, pero no tomé el tren rumbo al  Cuzco, por razones obvias; ya en la estación de ferrocarril de Aguas Calientes, yo me dirigí a la pensión que me recomendaba el amigo Hugo, y que resultó ser de un familiar suyo (como ocurre casi siempre). 
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