En las Fiestas locales de "José Gálvez", decidí
aceptar la invitación de pasar con los vecinos dos
aceptar la invitación de pasar con los vecinos dos
días seguidos, (en la
noche dormí en la habitación
de la capilla de
Atocóngo, que está aledaño de la
población de "José
Gálvez").
El primer día es de
preparación de carnes, papas,
yuca, bebidas varias,
principalmente cerveza, anís
o mejor pisco y chicha
morada y fermentada; casi
todo se consigue
adquiriéndolo en el mercado.
Enla tarde de ese primer
día, quise dirigirme a una
montaña próxima para
cosechar unos mameis en
los propios árboles; por
no escala monte con
la sotana, me desprendí
de ella y la coloque en la
percha de la última casa
del poblado con el justo
permiso de sus dueños;
cuando iba subiendo la
ladera oí a un niño o niña diciendo a
gritos:
“mamá, mamá... ¡que se ha ido el hombre y se ha
dejado el cura aquí
colgado!”
Oí también las carcajadas de las personas mayores
que le oyeron, por la
ocurrencia y palabras de la
personilla que las dijo
en tono de sorpresa.
Los maméis estaban de lujo; cogí unos diez kilos?
Al volver, todos comieron maméis. “¡Qué ricos!”.
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