jueves, 31 de marzo de 2016

Diálogos en el Vaticano,16.AQC. 903


La gente tiene derecho a saber


Yo no rechazo ni tengo nada en contra de los numerosos documentos y recomendaciones de Santos Pontífices y Padres de la Iglesia cuando recomiendan tan ardientemente la práctica de la virginidad consagrada “por amor al Reino de los Cielos”; yo también opino, afirmo y defiendo esa virtud, cuando es perpetúa y heroica fuente de santidad; pero me horroriza pensar que haya personas que, habiendo comprometido su vida con un voto de castidad virginal, se hayan convertido en los peores depredadores sexuales que se burlan de Dios, de la Iglesia y de todos los hermanos.

La Castidad se puede y se debe vivir tanto en la vida consagrada virginal como en la vida consagrada en el Matrimonio.

No es momento de comparaciones odiosas que condenan sin razón una u otra situación y formas de vivir; me atengo a la realidad con que nuestro Creador ha llamado a cada uno, ya que tan santa es una situación como la contraria, siempre que ambas se vivan con limpieza y fidelidad.

Terminada la reunión y las despedidas, se produjo un lapso de silencio.

Estábamos ya de pie, llamé la atención de todos y dije para dejar clara mi posición de fidelidad al estado de gracia e hijo de la Iglesia:

“Dejo constancia de que si ustedes me conceden la Dispensa, contraeré Matrimonio, pero si no, seguiré célibe y será toda la responsabilidad de su terquedad ante la verdad innegable de que el hombre Casado y Sacerdote puede ejercer sus funciones y poderes sacerdotales, recibidos por el Orden Sagrado del Presbiterado, según Jesucristo y su Evangelio.”

lunes, 28 de marzo de 2016

FELICIDAD PARA TODOS



¡¡¡ FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN !!! para tod@s.

Hace más de DOS MIL AÑOS, la historia de los seres humanos de la Tierra, antepasados nuestros, asistió a un revolución insólita y única; desde Oriente Medio, y  a lo largo de las riberas del Mediterráneo, se extendió una noticia, cuyo eco hoy ha llegado a todos los confines de nuestro Planeta Tierra,, y más de un tercio de la humanidad de nuestro momento confían en la veracidad de esa extraordinaria y sorprendente noticia:

“JESUCRISTO HA RESUCITADO DE ENTRE LOS MUERTOS, ALLELUIA”

Todos los que, armados de una FE sincera, libre, una ESPERANZA alegre, total, y un AMOR compartido, eterno, con los demás, también resucitarán.
¡¡¡Venced el miedo y vivid con valentía alegres todo lo bueno y malo de esta vida!!!

domingo, 20 de marzo de 2016

Diálogos en el Vaticano,15.AQC,902


Me estoy refiriendo  al Pontífice con el nombre de Benedicto XVI, actualmente Emérito que, con toda su autoridad teológica y apoyo universal,  el 9 de febrero de 1970  escribió, firmó, cuestionó e invitó a una reforma profunda de la discutida Ley del Celibato de los Sacerdotes Seculares Diocesanos, como ya hemos comentado, hasta convertir su práctica en la libre opción que había tenido desde la  infancia y madurez histórica de la  Santa Iglesia Católica Apostólica y Romana, que es nuestra Madre en la Fe, que nos bautizó, confirmó, formó nuestro espíritu cristiano y nos otorgó el Don sagrado del Sacerdocio, sin exigirnos el Voto de Castidad perfecta, exigida al Clero Regular que vive en comunidad conventual; nosotros sólo tenemos firmada y comprometida una  promesa dispensable, por lo que queda abierta siempre la posibilidad de, una vez conseguida la Licencia de tal promesa, podamos ser también admitidos en el legítimo Santo Matrimonio Cristiano y Canónico, que, siguiendo la antigua práctica  instituida por el mismísimo Jesucristo Señor y Cabeza de todos los que formamos su Cuerpo Místico.

El hecho que seis años después, un humilde Sacerdote, solicitara “en tono menor” ser dispensado de la Promesa del Celibato y seguir ejerciendo el Sacerdocio, aún siendo Casado, debió sonarle a a gloria el hecho de que alguien tuviera sus mismos sentimientos, razones y deseos.

Hoy, uno se pregunta qué  ha llevado al teólogo Ratzinger y luego Papa, Benedicto xvI, a  tanto silencio sobre este tema que desde su situación de Sacerdote y teólogo Asesor de la Sagrada Congregación de la Fe, tanto  le preocupaba en los años setenta, en vez de convocar una consulta universal para que se produzca una estadística en que todos los  Cardenales, Obispos,   Sacerdotes, Teólogos y Fieles de todo el mundo corroboren  de una vez  la existencia, el contenido y la aplicación de manera  ¿OBLIGATORIA? u ¿OPCIONAL?  DE DICHA LEY.

Joseph Ratzinger,  ya Papa Emérito, nos obliga a preguntarnos:

¿Habrá dimitido por motivos de conciencia?
¿Por qué la “super poderosa Curia Romana” no le ha permitido poner en práctica sus proyectos de actualización de la discutible Ley del celibato, aparte de otros?

¿Acaso los veteranos curiales del Vaticano II le han planteado como hicieran anteriormente con el Papa Bueno, amenazando con un cisma, si no deponía su intención de reflexionar sobre el tema del Celibato de los Sacerdotes Seculares Diocesanos?

¿Si se niega esta posibilidad, de volver a la práctica de Jesús al elegir a sus Apóstoles, sin reparar en que fueran casados o célibes, práctica habitual primitica entre los Santos Padres y la Tradición, también se cuestiona la doctrina misma del Evangelio?

“La Ley del Celibato no es un dogma; por eso se puede actualizar, sin que ocurra nada malo en la Comunidad Eclesial.”

El Matrimonio Sacramental también es un estado de santidad, en que la Castidad de ser observada con fidelidad; es algo evidente y claro a todos; los casados, según el Evangelio, invierten su virginidad y sexualidad en la obra de la Creación.

sábado, 19 de marzo de 2016

Motivos personales de disculpa, S/N



REPORTAJE DESDE BERLÍN:

Aparte el gozo por el nacimiento de un nieto, el viaje a Berlín, acompañado de mi esposa y de mi hija, ha tenido para mi el aliciente de cumplir un deseo, que tenía para mi sesenta años de espera, ya que cuando tenía veinte años, quise acompañar a unos vecinos, para trabajar dos meses en las campiñas germanas.

Alemania, su geografía, sus monumentos, su historia y, sobre todo sus gentes, han llenado todas mis perspectivas; canales navegables, casas unifamiliares, casas  de comunidades de vecinos, construcciones enclavadas entre bosques, se extienden más allá de su centro urbano, la Isla de los museos, presidida por su reconstruida catedral renacentista y barroca, emporio de belleza y arte cristiano.

La impactante Puerta de Brandeburgo, sus aledaños marcados por los recuerdos
  
de una historia reciente que aún permanecen en nuestra memoria infantil, cuyos comentarios bélicos llenaron las veladas de nuestros padres en los años 40 del pasado siglo; ese maldito muro, como todos los muros malditos de la historia, que han impedido el abrazo de tantos seres humanos en los hogares de nuestra convivencia planetaria.

Hoy, miles de personas de toda edad, culturo y condiciones, se acercan cada día, con respeto, con silenciosa curiosidad y asombro, pintando con su imaginación sus kilómetros de pared, a fuerza de borrar las líneas de sangre que la barbarie dejó, clamando paz y justicia.

En el atardecer del domingo, nos acercamos a orar ante el altar, entre los acordes de la Catedral y las palabras de un representante de la ONU, por un cambio de mentalidad para conservar el medio ambiente de nuestro hogar común.

Agradecemos haber sido acogidos por una familia germana, impregnada de todos esos valores humanos, sociales y cristiano, de los que hace gala Alemania, a la que siempre he calificado como la “madre de Europa”, ejemplar, generosa y amable.

DÍAS DE RELAJACIÓN FÏSICA Y ESPIRITUAL

Buscando vivencias religiosas de rancia espiritualidad cristiana, viajaremos a uno de los puntos álgidos de nuestros antepasados neolíticos que, siguiendo la romana Vía Augusta, llegaron hasta esta ciudad ibera de Castulo, capital de la Oretania, en el, hoy, municipio de Linares.

Como sucede en la mayoría de las ciudades famosas por sus extraordinarios pasos procesionales de Semana Santa, es preciso purificar los signos de su aparente idolatría, uno puede encontrar momentos y lugares de intensa espiritualidad en estos tres días de reflexión, meditación y recogimiento, en la reconsideración de los hechos ocurridos hace ya más de dos mil años, cuando un hombre sin tacha murió aplastado por la injusticia de unos ignorantes soldados paganos le crucificaron  por haberse llamado a si mismo Hijo del Padre, y no ser admitido como tal por sus mismos hermanos de raza, a pesar de que muchos de ellos habían sido testigos de sus milagros.

Mientras la mayoría de los ciudadanos, aprovechas estas fechas para descansar de su diario trabajo, junto a una de nuestras numerosas playas, visitando ciudades monumentales o disfrutando de paisajes y esquiando sobre la nieve, también hay millones de gentes participando en actos religiosos en ciudades y pueblos de España y del mundo.