Días de dolor amargo:
de un ser humano herido:
Dolor
espiritual,
dolor del
alma,
dolor del
corazón,
dolor en
carne viva.
Toda su
fuerza joven,
toda su vida
daría,
por dar la
vida a su padre.
Con la
alegría apagada,
y la mirada
perdida,
rebuscaba en
sus hermanos,
consolaba a
sus hermanas,
y se
abrazaba a su madre.
El mundo se
derretía
como arena
movediza
bajo sus
pies vacilantes.
Lo justo se
hace injusticia,
el día se convierte
en sombra,
y la noche
se hace eterna...
y el amanecer no llega.
Cuando
aquellos que más quieres
están
llorando en silencio,
la amargura
de las lágrimas
roba la sal
de los mares
y de la miel
la dulzura.
Si
se quiebra la ESPERANZA
en la lucha
por la vida,
has dejado
de vivir
de una forma
prematura.
La
FE no debe apagarse
cuando la
vida obscurece,
a mayor oscuridad,
la luz mejor
resplandece.
Lo más
grande es el AMOR,
él vence
hasta la maldad,
el que ama
sin medida
gozará de
eternidad.
Florece
la vida plena
en cada niño
que nace,
y germina la
semilla
si en la
tierra se deshace.
Y si el
grano no se pudre,
no puede
fructificar;
ni el cuerpo,
si no muriese,
se puede
glorificar.
El cuerpo
humano al morir,
cierra un
ciclo natural;
y al
liberarse se eleva
a su estado
espiritual.
¡Qué razón tenía Teresa:
…”Vivo sin
vivir en mi,
y tan alta
vida espero,
que muero
porque no muero”,
deseando
vivir en Ti…
A lo largo
de la vida,
cientos de seres humanos,
agotados de
sufrir,
apretándome las manos
decían
querer morir.
Había
llegado el momento
de aceptar
la realidad;
llamamos al
sacerdote
y le dio los
Sacramentos.
Penitencia, Sacra Unción,
Y, con
Ellos, Paz y calma,
La Vida
eterna está al lado
de los que
mueren en El.
No hay comentarios:
Publicar un comentario