NUESTRO COLEGIO
“Isabel Rosillo-Santo Ángel”
AQC. 1050
ASÍ OCURRIÓ 77
La noticia
de la negativa del Concierto Educativo, requería un nuevo esfuerzo que, añadido
a todos los inconvenientes ya descritos, me obligó a compaginar las clases de
profesor, las gestiones directivas, la obvia atención puntual a profesores,
alumnos, padres. Proveedores y consultas externas.
Mientras se
lograba:
-
la
Trasformación y Clasificación Definitiva del Colegio;
-
la publicación
en el Boletín Oficial de Estado, la Orden Ministerial, por la cual se nos
concedería el Concierto Educativo;
Durante
ocho años todo marchó de maravilla; tanto el Profesorado como la Titularidad,
recibimos las totalidades pendientes de
los meses transcurridos en la regularización, en primer lugar; luego, sólo
había que renovar cada cuatro años.
…
TICA. 14.7b
Tica, sin saberlo, iba
perfilando y reproduciendo, como en su
propio ser, los detalles, las facciones de su cuerpo y la expresión majestuosa
del pequeño soñador; su rubia y abundante cabellera rizada; su dulce mirada y
melodiosa voz estaban siempre presentes en su rostro y manos, mientras raspaba,
con la cuchilla afilada de sílex, la figurilla, que cada día se asemejaba más
al inolvidable Tico de su alma.
Creemos, pensamos y
sospechamos que, durante las largas entrevistas mantenidas con los inocentes e
incautos vecinos, Tica les presentó aquella imagen diminuta que todos y ella
misma creyeron que en aquel Ídolo de “madera blanca” estaba representado el
alma de su hermano, que había venido a proteger y ayudar en la vida, las
cosechas, proteger su salud, suerte y amor; lo único que deberían hacer, era
ser buenos y dar culto a la enigmática figurilla (que en realidad era de
marfil) durante toda su vida.
Al cumplir los veinticinco
años, Tica, en la plenitud de su vida, con el vigor en flor de su hermosa
juventud, se sintió ya preparada para presentarse ante su pueblo como, en
realidad, todos la veían y deseaban que fuera.
Convocó a los habitantes
del Altiplano a la ladera de su Cerro; cuando llegó el momento, salió de la
orilla de la charca, ataviada con un rústico manto de totora, hecho por ella
misma, que apenas cubría su bello cuerpo…
…
Nueva visión.10 > Aunque no abandonó las armas de
guerra, descubrió una nueva forma de luchar y vencer a sus enemigos; el arma de
la palabra y el convencimiento
…
Nueva visión.11 > Si antes se había reunido en
torno al fuego, para dar culto a los dioses y a los muertos, ahora se reunía
para dialogar con sus familia y vecinos.
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