AQC. 0982
jueves, 30--III-2017
ASÍ OCURRIÓ, 22.
Por fin, y con inmensa alegría,
pude leer lo que tanto había deseado;
…….
“ Por Orden de 11 de marzo de 1970, inserto n el Boletín Oficial del
Estado. Del 10 de abril – 1970, se autorizó el funcionamiento legal, con
carácter provisional, dwl colegio de enseñanza no estatal denominado ISABEL
ROSILLO , establecido en la C/ Joaquín
García Morato, 29, ALCOBENDAS (MADRID), por D. Pedro Tortoswa Teruel.
Dos guarde a V.S. muchos años.
Firmado: EL JEFE DE LA SECCION.”
…….
Con este Documento, que he reproducido
literalmente, todo sería cuestión de competencia y trabajo.
Aquel día 15 de septiembre de 1970. a las 9 a.m., todas
las clases del Colegio estaban ocupadas con l@s 440 alumn@s, acompañad@s de sus
respectiv@s educadoras y educadores, todos de pié, debido a que el camión que
debiera haber estado a las 8 de la mañana en la puerta del Centro para que los
alumnos mayores montaran las clases, con los 220 pupitres, 12 mesas y 12
sillones adquiridos, para pagar a
plazos, llegó a las 10.
Ne tocó estar a la puerta del
Colegio, esperando la llegada del trasportista; a la sazón un grupo de personas
me sorprendió; eran, el Alcalde de Alcobendas, Tomás Páramo. El Inspector de
Educación y Justo Pintado, acompañados de un arquitecto, el Delegado provincial de Educación y algunas
personas más; tras los saludos de rigor, Don Justo, se dirigió todos ellos y
dijo unas palabras, que jamás he podido
olvidar:
“Cuando nos dirigimos a ver el terreno
y solar donde se construirá uno de los nuevos centros, este colegio ha sido
construido antes y según la nueva Ley de Educación, antes de haber sido publicada, nos encontramos con el que es el
primer colegio de España adaptado a dicha Ley y que hoy abre sus puertas, y,
cuando lleguen los muebles comenzará su andadura; un Centro Privado se nos ha
adelantado a la Enseñanza Pública; “¡le deseamos mucha suerte, Don Pedro!.”
Sería absurdo pensar que estas
palabra nos conceden privilegios especiales; pero fueron un consuelo, que
alivió la angustia que, precisamente en ese momento, me ahogaba.
A lo largo de estos años, vendrían
tantos momentos, tantos días y noches de mayores apuros, incertidumbres y
sufrimientos, ¡cómo para que yo me durmiera en los laureles y las hermosas
palabras que tantas veces escuché de la gente que nos estima, a pesar de
nuestros fallos que, con nuestra culpa o sin ella, hemos cometido en nuestra
vida!
Vosotros, igual que yo, hemos conocido
a pmuchas ersonas que, los fracasos y las dificultades, le han servido de
trampolín para dar saltos mayores en la piscina de la competición de cada día;
y, al contrario, suele ocurrir a los que la vida y los negocios les condujo a
la relajación, al disfrute exacerbado de los éxitos logrados, y cayeron en las
peores y feas trampas escondidas bajo las arenas movedizas de esta realidad
vital.
Sea cual sea nuestro momento
actual, la cordura, la vigilancia y la mirada previsora, en cualquier
circunstancia, material, psicológica o espiritual, en que nos encontremos,
serán, sin duda, aljunam nuestros
mejores aliados para corregir y “enderezar entuertos”.
¡¡¡Qué bien se duerme tras un largo
día de luchar por la paz y el bien de los demás!!!