5.- Salvando y aceptando diferencias.
Creo necesario aclarar lo siguiente:
Dejamos a un lado, por esta vez la faceta individual de la Fe;
porque todas las experiencias
humanas que yo voy a relatar en
estas publicaciones, están
todas en torno a personas concretas,
incrédulas y/o creyentes, con
una imparcialidad absoluta.
No niego con ello mi realidad
personal; pero ello no afecta
para nada a las personas a
quien he asistido y/o sigo asistiendo.
Sirva para ello mi actitud
ante los demás seres humanos/as; para
mi, cuando hablo con alguien,
lo considero un hermano en sí, no
por su fe, dinero, salud,
belleza, amistad, parentesco o autoridad;
todos somos iguales, sin
distingos; las diferencias las tiene o ya
las pondrá cada uno/a, cuando
quiera y lo crea oportuno; así y
todo mi actitud sigue siendo la
misma.
Deseo de todo corazón y buena
voluntad, puedan servir de algo a
quienes las lean, con la misma
claridad y libertad que las escribo.
No tengáis miedo ante la realidad:
NACER, VIVIR y MORIR; hechos naturales, propios de todos,
¡TODOS!, los seres existentes
materiales.
Todos lo sabemos, pero alguien
tendría que hablar de ello de la
forma tan clara, alegre, y sin
máscara, que es posible, aparte de
las limitaciones verbales,
intelectuales y comprensivas de todos
y cada uno de nosotros,
vosotros y yo; me ha tocado a mí; creo
que hay muchas personas que
saben decirlo mejor que yo, por
eso espero sean muchos los que
se tomen en serio y con toda la
normalidad que merece este
humano asunto universal.
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