martes, 8 de mayo de 2012

"GLOSANDO LA HOMILÍA DE MONS. GINËS"


OBISPO DE GUADIX-BAZA
Domigo, 6/5/2.012
 

  
















Acci, de la antigua Hispania,
primicia de Andalucía
y provincia de Granada;
has tenido mucha suerte,
pasar de pertenecer
a las legiones romanas;
gracias a Torcuato santo
y al calor de su palabra,
que, a las órdenes de Pedro,
santo y mártir Pescador,
vino ayer a nuestra España
a predicar el Mensaje
de Jesús el Redentor.

Semilla que en buena tierra,
produjo el ciento por uno,
viniendo a ser la primera
en abrazar la promesa
del Evangelio y de Dios.

Floreció la santidad
entre los fieles de aquí,
en comunidad eclesial,
dispuestos a derramar
su sangre en el testimonio,
con la ayuda de María,
que, como Madre fecunda,
protege siempre a los hijos
que no temen a la muerte,
cuando peligra la Fe.

San Torcuato y compañeros
tiñeron de rojo el suelo,
como Don Manuel Medina,
nuestro beato y mártir fiel;
como San Pedro Pobeda,
de Linares  a las Cuevas
y de Guadix. a Madrid,
para ser mártir también .

Todos dejaron abierto
el camino de la cruz,
fidelidad a la Fe,
generosidad de Amor,
seguridad en la Esperanza
de una vida eterna en El.

Gracias, Rafael y Juan,
por vuestra vida gastada
y en esta Diócesis dada
con gran magnanimidad.

Gabino, Antonio Dorado
que, con todos los presbíteros
de nuestra historia reciente,
jubilación merecida,
con la mano en el arado
seguimos sirviendo a Dios
en la parcela y trabajo
que nos ha tocado en suerte.

Sin dinero y con amor,
sin tener donde poner,
como Cristo, la cabeza;
éste es el mayor honor
de nuestra humilde vejez.

Le duela a quien le duela,
todo lo hicimos por El.
....
Gracias, Obispo Ginés
Ramón García Beltrán,
por tu palabra de guía;
NO de modas pasajeras;
SÍ de valores humanos
del Evangelio, cristianos;
con respeto a los demás
con dignidad y libertad,
con Amor inquebrantable,
con Esperanza segura,
agarrados de la mano,
unidos como una piña
en torno al Papa de Roma,
como el sarmiento a la Vid.
.......
Y gracias por tu homilía,
que ha inspirado estos versos
salidos del alma mía.

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