lunes, 14 de mayo de 2012

"COMPARTIMOS VIDA Y MUERTE" , VII


Una experiencia personal, 2

En ese instante se me hizo presente la visión que un hombre de
nuestros días que todos los que tengan más de 15 años pueden
ser testigos, si  lo son, de la imagen de ese  hombre que, cuando
se sintió morir, quiso estar en la presencia de todo el mundo,
saliendo al balcón de su casa de aquel tiempo, para despedirse
de sus amigos y seguidores, quiso pronunciar una palabra,
quizás la palabra “¡ adiós”! ; pero su agotamiento físico no le
dejó tener ese pequeño deseo, extendió sus brazos, dio media
vuelta y se retiró silencioso a la habitación, de la que sólo salió
ya muerto.

Es el mismo hombre que , algún tiempo atrás, (cuando amigos
y lejanos  le recomendaban el retiro de su cargo y carga
profesional, porque estaba débil y achacoso),  había dicho:

“si Jesucristo hubiera bajado de la Cruz no hubiera cumplido
su alta misión  redentora de los pecados de los seres humanos;
yo tampoco me bajaré de la  cruz de mis sufrimientos hasta la
muerte”.

Ya nunca más le pudimos ver vivo; murió ofreciendo su vida
por las vidas de toda la gente a quien había amado y
transformado con su carisma, su amor y su mensaje de
esperanza. (1)

Me pareció oírle decirme:
 “Haz tu lo mismo, como un buen discípulo de El”.

Así lo hice: ofrecí mi vida, que creí acabada, por todas
las personas que han tenido alguna relación conmigo   

.........1) Tengo un premio para la persona que me comunnique
la identidad de este persoje de que se trata.




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