He soñado esta noche contigo
madre del alma que eres,
sin medida.
Lo más que jamás soñé
en mis “INSÓLITOS SUEÑOS”,
pues tu vida se prolonga
en mi sangre y en mis genes
de por vida;
miles de generaciones,
desde “Eva”,
la “mamma Tierra” y el alma,
que anima toda mi esencia,
eres tú:
Aunque hayas muerto te siento
en el latir de mi cuerpo;
yo soy la prolongación
de tus mimos y tus besos.
Aunque haya hijos perversos
que se olviden de sus madres,
las ofendan con sus gestos,
las madres jamás se alejan
del hijo que ellas parieron,
entre lágrimas y gritos
de dolor.
Su amor de madres presente,
siempre vela en la presencia
de los caminos diversos
que sus hijos
andan vagando en el mundo;
en lo cerca y en lo lejos:
Clavadas en el recuerdo
siguen dando aldabonazos
en el cielo y el infierno
de sus hijos,
de sus hijos,
a los que siguen llamando
con el corazón abierto:
“siempre mi puerta está echada,
pero sin lleves ni atrancos,
por si llegas,
hijo mío de mis entrañas”.
............
Gracias, madres silenciosas,
en día tan señalado,
por habernos regalado
la vida que disfrutamos
ayer, hoy y mañana.
¡GRACIAS!
todos los días del año...
todos los días del año...
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