viernes, 18 de mayo de 2012

"FRAGMENTOS DE TODA UNA VIDA", 19

Recuerdos de Teotihuacán

Cuando en septiembre de 1.997, pasé todo un día en este
privilegiado lugar, pude experimentar todo lo que un ser
humano es capaz de sentir al contacto de lo divino; desde
la cima misma de una de las Pirámides más elevadas de 
las que han sido en la historia, la Pirámide del Sol; está 
construída en este incomparable valle del interior del país 
más abanzado de la antigüedad, si anetdemos a la íntegra
consolidación y engranaje completo de sus monumentos,
templos, palacios, astronomía, incluso deportes: México.

Parecía como si estuviera viendo así  y contemplando la
Tierra desde el propio Cielo. 

Hoy se sabe que su base está era habitable con túneles que
la  recorren de lado a lado, bajo esa acumulación de tierra,
piedras y muros de gran espesor.

En la vida de cada uno de nosotros se dan y se repiten los
momentos extraordinarios que nos elevan a situaciones en
que, queramos reconocer o no, se salen de la normalidad.

La dificultad viene luego, a la hora de explicar todos esos
momentos a nuestros semejantes; faltan las palabras justas
adecuadas; incluso podemos tener esas palabras; pero .....

¿CÓMO DEMOSTRARLO?

Las palabras de que disponemos y su utilización a veces
no son suficientes para traducir el significado de aquellas
otras secretas expresiones de la mente, de la inteligencia o
del  mismo espíritus.

Y lo peor ya no depende de nosotros: la actitud cerrada de
la incredulidad voluntaria o captación involuntaria con que
ven, entienden y se comportan los demás..

La famosa frase de “SI NO LO VEO, NO LO VREO”, es
todo un síntoma de categoría universal, que atrofia nuestra
capacidad de participar en todo lo bueno que tienen todos
los demás; con sólo esta actitud, se  obstaculiza la posible
oportunidad de enriquecimiento de esos valores  humanos
interpersonales, que podrían potenciar indefinidamente la
capacidad de crecimiento de todos y cada uno.

En un tiempo próximo, deseo hacer una reflexión sobre 
algunos de estos lugares míticos, que atraen tanto a los 
turistas, pero que no dejan indiferente a nadie de cuantos 
pisan estas huellas del pasado.


Hay un camino abierto para todos; lo mejor es verlo
con los propios ojos; si no puede ser así, al menos 
que alguien nos lo cuente ¿No?
..........

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