1.- Aventuras del pequeño Filos.
1.-9.- Con Pitágoras hemos topado.
¡Ya lo tengo, me acordé es el pico del
Maunga Terevaca; ...de allí, la línea amarilla y fuego se prolongaba hasta otro
monte más pequeño del sur, el Rano Káo, volviendo al mismo Póike, donde
estábamos situados; me gustó mucho.
Todo esto me lo fue señalando y enseñando
la señora, que se portaba conmigo mejor que mi comadre Jimena, la de Puno; que también me quería mucho; pero
se murió ya, antes de escaparme yo de casa.
Me explicaba la señora todo, que casi lo aprendía
con la misma facilidad que me lo explicaba ella; por cierto, me dijo algo raro
que yo no entendí del todo:
“Este “triángulo pitagórico” lo llamaron
así, porque en el mundo moderno, todos los sabios de las ciencias matemáticas y
físicas, de muy diversas aplicaciones, creen que lo inventó un griego llamado
Pitágoras; pero no fue él quien lo inventó; no, Pitágoras lo aprendió y heredó
de un grupo de rapanuís, astrónomos que llegaron a Mesópotamia, hace ya más de
cinco mil años; tiene una estrecha relación con la esfera y cálculos
algebraicos, que ya te mostraré, cuando te explique y juguemos con la simpática “hipotenusa y los dos catetos, mayor y menor”.
Casi me quedo dormido, con tanto rollo;
la señora se dio cuenta de mi cansancio; me llamó la atención la promesa de la
señora, de que me iba a presentar a la niña Hipotenusa y a los niños Catetos
(quizás gemelos de alguno de los pueblo por los que íbamos a
pasar).
Perdón, ¡qué disparate! ya he metido la
pata otra vez: ¡si...los chicos son de distinta edad ...no pueden ser gemelos!
... ¿ verdad?
“Ahora puedes dormir tranquilo; yo te
cuido; vamos a realizar un trayecto más largo y haré detener la nave para
descansar tres horas”.....
- me dijo la señora (ella era como una
mamá buena.)
Volvimos hasta el punto más alto de la
Isla, el Maunga Terevaca (más de 500 ms.) con su lago del mismo nombre, situado
en el hueco del antiguo volcán; llegamos al lago Rano Káu Terevaca;
también me dijo la señora que éste
es un lago muy profundo, con acceso directo con las aguas del Océano; nos
sumergimos de nuevo y...
ya no me acuerdo de nada, porque me
dormí.
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