1., Aventuras del pequeño Filos.
¡.- 8: Un viaje misterioso.
Pasó primero la señora, me agarró de la
mano y me senté con ella; la verdad que me parecía como si me hubiera sentado
sobre una nube, así de blandita y suave estaba aquel sillón.
La cápsula se deslizó por una rampa que
era tan blanda como la cama; bueno, creo que no tocaba el suelo; además no se
oía motor alguno; sólo parecía que el ruido del posible motor era pura música; era tan bonita, que no
quería ni dormirme, para no perdérmela.
Yo se que estábamos viajando, aunque no
sé a dónde; ¡ en serio, que es verdad! ni
tampoco por dónde; tenía la impresión, ya que habíamos bajado muchos metros,
que íbamos por un túnel, por el agua o por el aire; no tenía ni idea.
A los pocos minutos, quizás diez, una
voz:
“Hemos llegado a la pirámide de Rapa Nuí;
hace una noche espléndida; a continuación sobre volaremos la Isla, para
contemplar una vez más la hermosura de su ya famoso “triangulo pitagórico”,
iluminado esta noche por la claridad de la Luna y el matiz áureo de la “Cruz
del Sur”, no olviden echar una mirada al conjunto de nuestros amigos
moáis” Ahora ví con claridad el lago que teníamos
debajo, conforme nuestra cápsula se
elevaba suavemente por encima de la montaña que nos rodeaba por todas
partes.
A continuación emprendimos vuelo sobre el
contorno de la Isla, de norte a sur y por el oeste, hasta llegar a una ciudad
costera, cuyo nombre era Hánga Roa; nos detuvimos en una gran esplanada de piedra que según dijeron, era un lugar sagrado de los antiguos habitantes de Rapa Nuí,giramos hacia la
izquierda yendo en dirección Este, llegando luego a un monte que se llamaba
Poike.
Allí se elevó mucho más la nave y pudimos
contemplar la Isla al completo, viendo una línea iluminada de amarillo y fuego;
dicha línea destacaba el “triangulo ese” que, saliendo del Poike, llegaba al
monte más alto del norte, llamado ¿...?... , joo.. otra vez con mi memoria!... Luego te lo cuento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario