1.-Aventuras del pequeño Filos.
I.- 10.- Tengo una nueva mamá.
Con el aumento de volumen de la bella música
celestial de aquella nave flotante, desperté al tiempo que la señora me besaba
la frente y yo le dije, sin darme cuenta:
“mamá, te quiero mucho”
Ella sonrió feliz, y me dijo:
“Vamos a ver algo sorprendente; la gente
que visita este lugar, no puede ver lo que tú vas a conocer esta noche; debes estar muy atento a los detalles;
si hay algo que te es extraño, me preguntas y yo te explicaré.”
La nave se había detenido, se abrió un
lateral y pude darme cuenta que estábamos encima de una montaña, situada en el
centro de un gran valle; salimos al exterior de la “cápsula” y contemplamos un
espectáculo de luz que, al salir de la superficie de la tierra iluminaba toda
una avenida ancha y larga; yo no pude más y pregunté a la señora:
“señora, qué significa todo esto, no
entiendo ni papa.”
“Ante todo no me digas señora, llámame
“mamá; me gusta más; además voy a ser contigo como una madre para siempre; ¿a
tí te gusta?”
Me quedé mudo; eso significaba para mí lo
más hermoso de cuanto pudiera imaginar; ahora sí tenía más motivo de pensar que
aquella extraña gente era la familia de Laura; y la señora debía ser su madre,
que me había adoptado, y por tanto Laura, la niña de cristal era de verdad mi
hermana; me sentí pletórico.
“Mira, hijo: este monte no es un monte,
es una pirámide que se llama Teotihuacán; estamos en México; esa es la “Calzada
de los muertos de los antiguos habitantes aztecas y mexicas que habitaron este
enigmático país, de los que son descendentes muchos de los actuales mexicanos.”
Le interrumpí, arrastrado por mi
curiosidad:
“¡Mamá! Ahora te quiero mucho; ¿cómo
sabes tanto de todo? ¿De donde sale esa luz que parece una suave nubecilla
luminosa?”
.........
No hay comentarios:
Publicar un comentario