sábado, 5 de mayo de 2012

"HISTORIAS NOVELADAS", II


Aventuras del pequeño Filos.
“¡Qué canción tan bonita! ¿Cómo se llama?”
Las niñas, casi a un tiempo:

“Sí, es la canción de Las Vírgenes del Sol; la sabe todo el mundo!; ¿por qué no la sabes tú?”

“Pues... yo la he oído más de una vez, pero...bueno, vosotras podíais enseñarme a cantarla”- insistió Filos.

 Estuvieron cantando toda la mañana; luego, Laura dijo:

“¡ Gracias por lo bien que me habéis heeho pasar estas horas; yo debo partir y seguir mi viaje en busca de mis papás a través de las montañas hasta Juní;n alguien me dijo que las podía encontrar allá”

Filos se ofreció para acompañarla, pues él se sentía capaz de cruzar los Andes e ir hasta donde hiciera falta, y, sobre todo no podía consentir que una niña de tan sólo 12 años, corriera tantos peligros ella solita:

Se despidieron de Fátima y emprendieron camino por las laderas oeste de los Andes, saliendo del territorio de Puno en dirección oeste en busca de terrenos más cálidos y huyendo de las agrestes cumbres del Cóndor. 
Filos, animoso y feliz por acompañar a Laura Carmen ( ese  era su nombre completo de pila); y,ambos iniciaron una conversación amistosa de niños inocentes, mientras seguían caminando sin rumbo fijo.

Filos, muy galante rompió un silencio de varios minutos y dijo:

“Yo iré contigo para que no pases miedo a tantos chacales y alimañas como hay en estas peñas, recovecos y valles; los conozco  muy bien, desde que una vez fui con mi padre hasta los desiertos de Sihúa, junto a las costas del Océano Pacifico; y tardamos dos meses en volver a casa, que estaba en Puno; cuando mi papá murió, mi madre se casó con otro hombre; al principio parecía que me quería, pero pronto comenzó a maltratarme; yo aguanté un año; hace dos meses me escapé de casa y todavía no me han encontrado, si es que me están buscando, porque yo no valgo ni un solidito para ellos!

Laura no decía palabra y Filos quiso verle el rostro y casi cae de espaldas; la niña no tenía cuerpo; parecía una imagen de cristal y estaba rodeada de una luz brillante; no se podía aguantar por el brillo y calor que despedía.

Nunca él había visto algo semejante; le preguntó con asombro y curiosidad:

No hay comentarios:

Publicar un comentario