Aparte de esas imágenes modernas y rebuscadas, que
relacionan el papel intergaláctico de las Pirámides con los posibles viajes
interplanetarios, que fueron ya posibles, o ¿tal vez reales? en un pasado, y
cuyas huellas no son fáciles de traducir ni de borrar, y que serán también
posible y ¿reales? en un futuro nuestro que ya está a la vuelta de la esquina;
a lo que no debemos oponer resistencia alguna, sino todo lo contrario:
colaborar en lo activamente posible y fácil a nuestro alcance.
Hasta aquí, todos debemos ser muy respetuosos con aportaciones serias;
por el contrario, debemos ser cautos con todos aquellos que, utilizando el
engaño o el afán de notoriedad, no cesan de presentar teorías e imágenes
montadas con trucos y medios ilícitos.
Las Pirámides están ahí, a la vista de
nuestros ojos, tan maltratadas por las inclemencias del tiempo o con frecuencia
pisoteadas sin respeto por los ávidos curiosos y turistas del momento.
Ante todo es imprescindible conocer esos
“tesoros vivos” que ocupan zonas de nuestro Planeta clamando justicia y respeto y cargados de mensajes
inteligentes de unos pasados nuestros, seres fuertes y
venturosos, cuyas palabras escritas y dibujadas para
nuestro bien, duermen con otros ideales en millones de
ejemplares de libros en las estanterías de empolvadas bibliotecas de miles de
ciudades, sin que nadie los abra; todos estamos colgados de ínernet, sencillamente
porque es más sencillo y cómodo.
Puede que ya hayan pasado para siempre en la conducta de algunos el uso habitual de los libros; pero corremos el riego de que algún
día, no lejano, nuestras bibliotecas sean compañeras de viaje de las Pirámides
y otras muchas expresiones de cultura.
Echemos un vistazo a los diferentes
conceptos de ver y concebir una
pirámide:
No hay comentarios:
Publicar un comentario