I.- Aventuras del pequeño Filos
I., 28.- Rumbo a Oriente Medio
Después que ambas amigas, Hipatia y mi
mamá, hubieron hecho una oración, y cuyas raras palabras no logré entender, salimos volando, diciendo
“adiós” con la mano a la Sabia famosa de Alejandría.
En seguida mamá llamó mi atención
diciendo:
“Puedes mirar y ver ahora esa bella
ciudad, cuajada de torres por toda su periferia; es Constantinopla con sus
colinas y sus aires espirituales y de un cielo claro dorado por los reflejos
del sol sobre sus cúpulas y torres, testigos de la turbulenta historia de un
Imperio lleno de altibajos y duros, crueles y sanguinarias situaciones, de las
que tanto sabe este mar, escenario de conflictos y feas batallas innumerables.”
“Mamá, cuando hablas de guerras y
batallas, se me hace como un nudo en la garganta por la pena que siento en mi
interior”.
“Hijo, esa es una de las muchas cosas que
caracterizan este Planeta Tierra; procuraré no insistir en ello, pero es
necesario conocer esas realidades, para procurar que no se
vuelvan a repetir.
Constantinopla fue fundada en el primer cuarto del siglo cuarto, entre el año de 324 al 330 después de Cristo, aquel Hombre judío que tras predicar el "Evangelio" o"Eu angellos", es decir la Buena Noticia, se le condenó a muerte de Cruz, la muerte más horrible que ha existido, sus seguidores se extendieron por los márgenes de este mar con el mensaje de que su Maestro, Jesucristo, había resucitado; fueron perseguidos por ello y casi todos murieron a mano de los enemigos de este Cristo; un día, que Constantino, triste por los malos resultados de sus batallas, y creyó seriamente en retirarse, vió sobre el cielo una gran cruz acompañada por esta frase “con este signo vencerás”; se convirtió al Cristianismo, salió vencedor en la batalla, y por ese motivo, él fundó la bella Ciudad de Constantinopla, y la declaró capital de su gran Imperio Bizantino que tuvo una larga y muy gloriosa trayectoria de más de once siglos de vigencia.”
Constantinopla fue fundada en el primer cuarto del siglo cuarto, entre el año de 324 al 330 después de Cristo, aquel Hombre judío que tras predicar el "Evangelio" o"Eu angellos", es decir la Buena Noticia, se le condenó a muerte de Cruz, la muerte más horrible que ha existido, sus seguidores se extendieron por los márgenes de este mar con el mensaje de que su Maestro, Jesucristo, había resucitado; fueron perseguidos por ello y casi todos murieron a mano de los enemigos de este Cristo; un día, que Constantino, triste por los malos resultados de sus batallas, y creyó seriamente en retirarse, vió sobre el cielo una gran cruz acompañada por esta frase “con este signo vencerás”; se convirtió al Cristianismo, salió vencedor en la batalla, y por ese motivo, él fundó la bella Ciudad de Constantinopla, y la declaró capital de su gran Imperio Bizantino que tuvo una larga y muy gloriosa trayectoria de más de once siglos de vigencia.”
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