viernes, 8 de junio de 2012

MACHU PÍCHU Y EL CIELO, XXVII


"Un trago de fuego"

La Dama Ofiociante dijo con solemnidad:
“Hermanos y anigos:, ahora les invito a participar en lo más importante de este encuentro fraternal en que con toda libertad son invitados a tomar una jarrita de infusión hecha a base de hierbas de la amazonía; no están obligados  a  hacerlo; pero a los que lo hagan les doy unos avisos que deben tomar muy en serio:

-. han comprobado el cojín de que todos disponen;  se aconseja que, una vez tomada la infusión, vuelvan a su sitio;  se sientan  y se mantienen sentados o tumbados en el suelo con la cabeza y parte del cuerpo apoyados en el cojín;
-. empezarán a sentirse a  gusto;
-. no tengan prisa en momento alguno;
-. estén tranquilos y muy atentos a lo que, cada uno, siente en su interior;
-. si a alguno le apetece, puede cerrar los ojos;
-. permanezcan así,  hasta que yo les indique el paso siguiente a dar.
Les deseo a todos que logren su equilibrio físico  y mental, psicológico y espiritual que tanta falta nos hace y que tanto echamos de menos en este mundo tan dificil y complejo.

Que el Dios de cada uno, que en realidad, es el mismo para todos, les acompañe y reconforte.
Amén”.

Cuando la señora terminó fuimos invitados a pasar y recibir la porción correspondiente de la infusión participativa de >AYAHUASCA <

Oí a alguien, cerca de mi, decir en voz baja:
“¡ESTO ES UN TRAGO DE FUEGO!”

¡Yo, ya me había bebido mi ración calentita de <AYAHUASCA/... (/AYAHUASCA<!?)

Difícil es expresar con palabras lo que uno siente y vive en esa situación.
No sabes en realidad ni donde estás. 
Los ojos te hacen chiribitas; ...ves lo que ni te imaginas, deseas o no.
Te vas de ti; eres como un juguete en las manos de las hadas.
Por mi parte, durante más de 1 hora, fui otro alguien sin dejar de ser yo.
Se entra en otra dimensió desconocida y extraña; no sabes si están despierdo o soñando; ¿te está dominando un espíritu? Nada sabes.

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