Como
dos hierros fundidos,
como
el oro y el platino:
somos
una sola pieza;
somos
una sola carne;
tu
te quemaste conmigo
y
yo me quemé contigo
en la fragua del amor.
La
vida nos deparó
toda
la felicidad
que
nunca seres humanos
se
podrán ni imaginar:
felices
en el trabajo,
en
la mesa y en la cama,
en
salud y enfermedad,
en
las riñas y en la calma.
Somos
el dúo perfecto
de
la mejor sinfonía;
somos
la química unión
como
en el agua el oxígeno
con
hidrógeno se implica.
Matrimonio
de por vida,
indisoluble
y eterno,
como
la esencia divina;
somos
dos almas gemelas
embriagadas
de cariño;
somos
padres y creadores
de
nuevas niñas y niños.
Somos
pobres como todos,
pero
ricos cual ninguno:
con
vergüenza y sin pudor
al
defender la verdad,
la
bondad y la justicia:
la
razón de nuestra fuerza,
LOGRANDO
EL AMOR TOTAL.
FIN
de GLOSA DE AMOR
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