I.-32.- Sumeria me recuerda los Andes
Cargado de tantos números, templos, tantas
religiones, tantos seres humanos de distinta procedencia y culturas,
persiguiendo todos un objetivo común junto a un muro sagrado, dio a mi
conciencia un aire de universalidad y paz que no había sentido nunca.
Me atreví a preguntar a mamá:
“¿Por qué tu no caminas como todas las
personas normales ... y lo mismo que yo? vas como volando sobre el suelo lo
mismo que los hombres trasparentes
del desierto de Nazca”.
Mamá no respondió a mi pregunta tañpoco
esta vez; como si no me hubiese oido.
“Ahora nos dirigimos al valle y colinas
de Mesopotamia, uno de los puntos más valiosos del Planeta; mucha gente,
incluso sabios historiadores creen que esta es la cultura más antigua de la
Tierra; llegan a pensar que sus primeros pobladores eran alienígenas venidos de
algún otro planeta.”
Estábamos llegando a un amplio y verde
valle, rodeado de colinas y montañas y surcado por dos grandes ríos, haciendo
contraste con otro territorio circundante de seco e interminable desierto.
Como en otros lugares que íbamos
recorriendo mamá ponía un especial interés en puntos
de antiguos restos, edificios, palacios, pirámides; yo estaba impresionado
viendo figuras y cosas que me recordaron mis espacios del Altiplano y las
alturas de mis Andes queridos.
Entre otras muchas cosas vimos a través de los medios tan
sofisticados de la nave, imágenes de piedra, tales como:
- una especie de una bella mujer desnuda
con alas, rodeada de diversos animales, con un gesto de saludo o bendición como
si fuera una sacerdotisa o diosa de otros mundos;
- una figura de hombre con dibujos
tallados en los brazos y cuerpo, a la manera comno lo vimos en los moáis de
Rapa Nuí;
- unas pirámides y restos de ciudades que
me recordaron a otras similares vistas de pasada cuando hicimos escala en México
antiguo.
- distintos animales salvajes alados;
- unas tablas de piedra y arcilla
escritas en una serie de letras, pero noeran letras como las s nuestras, que mamá
nombró con las palabras de “escritura cuneiforme”;
- me llamó mucho la atención un gordo
hombre desnudo, sentado con los pies entre cruzados y los brazos y manos
extendidas sobre las rodillas y en actitud orante;
- los más llamativo para mi fue un objeto
muy complicado fabricado en una sola pieza, pero en cada lado tenía diversos
grabados misteriosos, mostrando en su frontal alto una serie de aves que me recordaron a mi querido y admirado
cóndor de los Andes; como me detuve tanto en este objeto, mamá me explicó que
se trataba de “la Estela de los buitres”
......
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