A continuación
aparece una fotografía del Cerro de Malagón en que se puede apreciar el
ejido ubicado en la parte occidental del cerro, mientras a la derecha y justo al lado bajo del ejido están
situadas las casas, hoy deshabitadas, de la cortijada de pobladores entre los
cuales yo he vivido durante veintidós años de mi vida infantil y juvenil, en su compañía gocé
todo el acontecer humano de mi feliz, plena e ideal infancia; crecí, crecí y jugué; ayudé a mis hermanos y mis padres en las tareas de
agricultura y ganadería, fui
cazador de conejos, liebres, perdices, palomas torcaces,
tórtolas; inicié estudios con mi padre que me enseñó a leer y a escribir; tuve
“maestrillos domiciliarios” como Pedro el Cojo, José “el Biches” y D. Francisco
Montellano, Párroco que fue de Venta Quemada y que me acompañó en mi ingreso en el Seminario Menor de
Guadíx a mi edad de 14 años, el día 20 de octubre de 1.949... años de posguerra
(pobreza, frío y diversas necesidades...)
Imagen de un escenario digno de una epopeya humana de miles
años de duración en que los actores son hombres y mujeres, niños y niñas de
la edad de piedra, del cobre, del imperio romano, del tiempo bárbaro, judío, árabe y
cristiano, entre los cuales yo me encuentro y doy cuenta y testifico que la realidad supera
la ficción, que el colorido de la vida en que la naturaleza supera todos los claro-obscuros de “la casa del
blanco y el negro” escondida en la trastienda ficticia de la luz y la sombra de
los siglos pasados.
Los sueños de toda una vida se están cumpliendo.
Cada día voy recabando nuevas noticias venturosas de
progreso que me consuelan y alegran.
La
investigación no avanza todo lo que debiera por culpa de la crisis
económica por la que atraviesa nuestro país y la de todo nuestro mundo, en que
los intereses crematísticos del dinero y el afán de enriquecimiento económico
cierra siempre el paso a otros valores más nobles que otorgan al ser humano más
libertad, paz y bienestar; faltan recursos para ir más de prisa en el
descubrimiento de nuestro pasado patrio y en el hallazgo de tantos tesoros que
preñan las entrañas de nuestro pasado y que tienen tanta proyección en el
futuro de nuestro existir en este multicolor Planeta que habitamos.
Nuestro Cerro de Malagón guarda secretos de incalculable
valor.
“Dichosos los pies de los que anuncian el Bien y la Paz”
Hay valores que no se miden con el precio del dinero.
Es más de lo que se
puede imaginar el mejor de los arqueólogos; la Prehistoria y la Historia del pasado en el Cerro de Malagón va llenando páginas llenas
de curiosidades y sobre todo de reconocimiento de la importancia que tuvo siempre
este punto un tanto lejano y apartado de caminos y trasiego en el corredor del altiplano
“Cúllar-Chirivel,- Granada- Vélez Rubio - El Puerto Lumbreras - Vertientes - Contador - Lorca - Mula..... hasta llegar a
Murcia, Almería interior y Costa” ; un núcleo humano aislado, que
por ello benefició su gran desarrollo en la tranquilidad de
sus tareas comunitarias y afán de investigación en su medio natural, pues les permitió buscar recursos en el interior de la tierra:
...agua, minerale,
refugio y protección.
refugio y protección.
Es bueno refrescar nuestra memoria con una fotografía del
Cerro de Malagón, hallada en Internet (www.elcasar.com) facilitada por mi
sobrino Tomás Tortosa Rodríguez, hijo de mi hermano José, a quien debo que en
este lugar pudiera yo culminar mis cursos de Bachillerato y estudios superiores
de Filosofía y Teología, así como mi Ordenación Sacerdotal; en todo ello tuvo mucha importancia la colaboración de mi madre, viuda ya, y mis hermanos y hermanas.
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