37.-
2: Compañeros de viaje.
Ambos
fuimos hasta allá,
ambos
habitamos México,
gozamos
Teotihuacán;
ambos
cruzamos la senda
acuática
del Atlántico;
de
la cultura helena
aprendimos
el teorema
de
nuestro amigo Pitágoras,
como
él lo había aprendido
de
los sabios rapanuís.
Qué bien lo disimuló,
igual
que el gran padre griego,
y
del siglo de oro heleno,
aquel
llamado Perícles.
Ya lo sé, amigo
Filos,
no
tienes que echarlo en cara,
que
después de la excursión
a
China y Mésopotamia,
a
las tierras de sumeria,
a
Egipto y Jerusalén,
Tébas,
Aténas, Tassilli;
lloramos
junto a Hypatia
a
la hundida Alejandría.
Visitamos de puntillas
sobre
los códigos chinos
sobre
el Fúji japonés
los
chamanes siberianos,
los
eslavos y los brúidas
franceses
y mahometanos,
los
católicos de Roma,
todos
los signos cristianos,
sintoístas
y brahamánes,
induístas
y budistas,
las
almenas de la Alhambra,
la
mezquita cordobesa,
la
Giralda de Sevilla,
la
Babel de Babilonia.
Volveremos sobre ello:
aprender
y revisar,
repasando
lo aprendido,
es
tan justo como bello.
....
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