“Como te empecé a decir, este lugar, la
bahía circular y su entorno es el cementerio más importante y valioso que tiene
el Planeta.
Ahí yace el mayor cúmulo de conocimientos
y Sabiduría que se ha conocido jamás; cuando nuestros Sabios astrónomos
gigantes de Rapa Nuí visitaron Mesopotamia, se adentraron en las inmediaciones
de la India, China, el Mar Mediterráneo y el Valle de Egipto, dejaron entre los
hombres y mujeres de los territorios visitados, unos pliegos de conocimientos y
los datos básicos y claves para el pleno domino intelectual del progreso
acelerado por el que los seres inteligentes de otros Planetas de distintos
sistemas solares e intergalácticos disfrutan hoy; mientras nuestro
Planeta Tierra sigue postrado en viejos sistemas
de un progreso lento y retrasado”.
“Y, ¿qué tiene que ver todo eso con este
siniestro lugar qué tu misma has llamado Cementerio?”
“Desde este momento, hijo mío, eres de los
pocos seres humanos que han tenido y van a tener las claves y conocimientos de
que te he hablado; acabo de conectar con mi vieja amiga
HIPATIA, una Sabia Astrónoma, matemática
y Filósofa, hija del Profesor Teón de Alejandría, que era uno de los más
grandes conocedores de esas claves dejadas por los Gigantes de Rapa Nuí,
superando a sus antepasados de Oriente Medio, Grecia y Egipto; entre el padre y
la hija convirtieron esta antigua Biblioteca de Alejandría en una auténtica
Universidad; esto ocurría a finales del siglo cuarto de la era de Jesucristo;
HIPATIA murió virgen, odiada y maltratada por seres incapaces de conocer y
respetar a los demás, cundo estos demuestran saber más que ellos; algo parecido
había pasado también con nuestro ínclito Pitágoras, a quien maltrató y desterró
de sus dominios uno de los tiranos que tuvieron algún poder en el mundo
antiguo.
Los restos de estatuas, palacios,
templos, el faro, museo y Biblioteca, son sólo testigos del atropello físico con que la Naturaleza
castigó las insolencias y caprichosas ambiciones del gran desconocido ante sí
mismo y al que pasó la historia como el ¡Gran Alejandro Magno!”
En ese momento tan solemne, oímos la dulce voz de la Sabia HIPATIA:
“Bien venidos seáis a este lugar de
sabiduría, de cultura astronómica y de santidad; veo con admiración y respeto a
ese niño del que ya me hablaste en los altos de Tassilli; ya ha sido inscrito
entre los seleccionados galácticos para el curso de graduación astronómica de
los siete próximos años terrestres a celebrarse en Alfa Centauri cuyo inicio
será en el próximo equinoccio de verano
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