MACHU PÍCHU Y EL CIELO, XXIII

Muchas horas de reflexión silenciosa

“La fe suple, en el ser humano, lo que falta al conocimiento, tan pobre y limitado, que se tiene sobre la profundidad de todas las  cosas, las demás  personas y la Divinidad”.

Ahí, ante nuestros sorprendidos ojos estaban ellos, hombres, mujeres, jóvenes y niños, saliendo de sus simples chozas, completamente desnudos; bajaron los pocos metros que les separaban del agua y se bañaron, volviendo con toda naturalidad, sin toalla ni jabón ni peines ni vergüenza. 

Eran ellos y ellas; los actuales habitantes del paraíso terrenal; no hay duda.

Eran ellas y ellos; los seres más felices que uno pueda imaginar sobre la faz de la Tierra.

Llama la atención ver la forma de moverse y andar sobre todo las mujeres; llevan los muslos cerrados por delante de manera que no se llega a ver el pubis en momento alguno. 

Fue todo un día de verles entrar y salir de sus viviendas, hacer sus tareas de comida, una vez limpiaban los animales y peces que traían sus  hábiles cazadores,   mayores, jóvenes y niños; la imagen inolvidable de la niñas jugando en torno a unas líneas trazadas en la tierra nos recordaron el juego de "la rayuela" que tantas veces la hemos visto repetida en las plazas y calles de nuestros pueblos.

1-.“¿quien fue la primera en jugar así?

2-.¿quien aprendió de quien?

3-.¿quien enseñó a quien”

La historia completa de la humanidad sobre la tierra esta plagada de migraciones, colonizaciones, robos, invasiones, guerras, atropellos de todo tipo.

Es bien curioso encontrar siempre las mismas características y estilos de comportamiento:

-. el uso de armas que lleva acarreado el crimen;

-. romper y eliminar los signos de identidad de los pueblos invadidos;

-. el desprecio y olvido de sus creencias y cultura;

-. la imposición de un nuevo idioma y religión;

-. el abuso y violación de sus mujeres;

-. la suplantación de costumbres y normas;

-. el debilitamiento de sus medios de cultivos y las posibles industrias existentes;

-. la prohibición de su folklore y fiestas sociales;

-. el consiguiente menosprecio de las personas;

-. la falta de consideración de sus tradiciones;

-. la invalidación de sus sistemas educativos;

-. la implantación del miedo;

-. el desequilibrio del amor familiar y comunitario.

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