lunes, 16 de abril de 2012

"MACHU PICHU Y EL CIELO", 7

A tener en cuenta

Otra aclaración, necesaria, creo, es que si es verdad
que loscompañeros de Pizarro enviaron gran 
cantidad de oro a la Corona española, pero es 
onveniente darse una vuelta por el Museo Inca 
de la ciudad de Lima y comprobar que su mayor
arsenal de joyas, caretas y figuras  que lo engrosan 
son procedentes de estos antepasados “hijos del Sol”..

Los antiguos pobladores de la Colombia preincaica
contaban un acontecimiento vivido en el zona;  se
trataba de haber visto una especie de bola dorada que, 
cayendo del cielo, despidiendo por los aires polvo de 
oro, se había hundido en el famoso lago Guatavita,
en torno Chibcha; por etos derroteros y otros muchos
se buscado, aunque inutilmente "El Dorado".

- ¿un dios había descendido a la tierra?
- ¿había caído un asteroide de puro metal áureo

Los incas no daban explicaciones  a los españoles de 
dónde habían sacado tanto oro, pero nosotros nos 
preguntamos: ¿ cuánto metal dorado tendrían los 
colombianos como para darse el gusto y el lujo de 
arrojar oro al lago de nuestro relato?

Cabe pensar que ningún inca sabía el origen de tanta 
riqueza, por lo que su  muerte prematura a manos 
de  los hombre de Pizarro, resultaba tan inútil y cruel.

Y ¿si lo hubieran sabido, lo habrían confesado?

Hoy, a quinientos años de viaje, la respuesta está en 
el aire.

Sólo la investigación del futuro podrá  verla.

Es bien conocido por todos el templo - Catedral 
fabricada de sal por los propios mineros en el 
interior de una montaña también de sal, esta en el m
unicipio de Zipaquirá en el Departamento de 
Cundinamarca a unos 50 kilómetros de Bogotá.

Lo recuerdo por dos motivos:

-1º.-porque a mi paso por Bogotá el matrimonio en 
cuya casa me hospedé, Alberto y Gládys, tuvieron la 
gran cortesía conmigo de llevarme a visitarla y 
celebrar la Santa Misa con ellos en el altar mayor de 
dicho templo; fue emocionante decir Misa y en 
aquel marco “tan salado”, aquella cúpula blanca/azul 
y otros bellos colores logrados con el juego de la luz 
y la sal, la imagen del Niño Jesús oferente y luego 
el curioso “espejo de agua”.

¡¡¡Recuerdos vividos una vez en ese andar por la 
senda sin retorno que nos inspira tanta generosidad y
desprendimiento en la relación con todos nuestros
semejantes en el VIVIR DE CADA DÍA!!!

-2º-. Porque los colombianos precolombinos de estas
comarcas, los “cuyumbes” y los “guanes“, hablantes 
del idioma “chibcha” ya extraían sal gema de estas 
minas y, debido a la escasez  de este mineral sódico, 
apreciaban la sal más que el mismo oro, de lo que se 
deduce que intercambiaban oro por sal.

Estos precolombinos son, con sus tortas de sal, buenos
precursores de platos y aperitivos de la Colombia 
actual; bástenos recordar los “arapes” (torta de maíz, 
manteca de cerdo, chicharrones y sal), las tortas de 
ñame blanco, cocoano, limón, naranja agria, sal y ajo.

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