lunes, 30 de abril de 2012

FRAGMENTOS DE "TODA UNA VIDA"", 14


Habíamos viajado en Iberia.
A partir de Caracas otra compañía aérea, Air France, nes condujo a Colombia; el vuelo sobre Maracaibo resulta un espectáculo natural de categoría superior:   
¡ selva - agua - cielo,  agua – cielo – selva,  cielo - selva - agua!

Al acercame a Bogotá, yo tubo la impresión de estar sobrevolando la vega de mu Granada, cuyo parecido con la ciudad española, con su círculo montañoso y su corona de nieve, es como un cromo. 

Se hospedó en casa de un matrimonio del centro de la ciudad, Alberto y Gladis; le recibieron con unos tamares deliciosos, un vino de Valdepeñas y batidos de frutas variadas; en la conversación, ellos, aparte de hablar sin parar de las bellezas de España a la que acababan de visitar, sacaron el tema político de Colombia comparando con  el de nuestro país:”.

Me alegró mucho saber que ellos habían sido alumnos también del P. Ulpiano en la Universidad Pontificia, la Javieriana de Bogotá.

Agradecí su hospitalidad, debida a la amistad que mantenían con el buen Moralista que les había avisado de mi llegada; ellos me rogaron que llevara sus saludos y gratitud al mismo, que me estaba esperando en Lima.

Un detalle que llamó vivamente mi atención fue la pulcritud y pureza con que se habla el castellano en los ambientes cultos de Colombia y el gracejo de sus expresiones de vocablos y giros cervantinas del castellano antiguo; lo que nos lleva a pensar que su memoria histórica de nuestro común idioma, es mejor en Colombia que en España.

Fue gratificante y consolador ver tanta amabilidad y buena acogida de personas tan lindas como Alberto y Gladis.
     

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