miércoles, 25 de abril de 2012

FRAGMNETO DE "TODA UNA VIDA", 9


Reflexión de un hispano/sudamericano:

Uno descubre que el gran respeto, cariño y admiración hacia “la Madre Patria”, se ha conservado junto al idioma, a pesar de  esas hambres de libertad, justa libertad, con la que se produjeron las independencias de algunos países centro/sudamericanos, en que no faltó ese protectorismo interesado  norteamericano de aquellos momentos.

Mi estancia en Puerto Rico, no pasaba de ser un descanso de simple tránsito; escala obligada,; pero para mi fue el primer “descubrimiento del Nuevo Continente”.

Todo lo conocido hasta ahora por mi. estaba ligado al frío, durante mi infancia y juventud, al mundo rural, a los ambientes contaminados urbanos de Granada y Madrid, a paisajes nevados, a los parajes diversos de la piel de toro de nuestra entrañable España. 

De pronto se abrió ante mi, ese universo de luz, de islas, de mar, de playas blanquiazules, de palmeras, recostadas o esbeltas; todo un emporio de sensaciones nuevas en mi horizonte vital, rudimentario y virgen. 

Fue como el despertar fantasmagórico de ese mundo doble, que todos llevamos dentro, como habitantes de este punto lácteo llamado Tierra, en que los valores de “Sombra-Luz” juegan a producir sin cesar  obras de arte, pictóricas, musicales, científicas y electrónicas; nos colma de felicidad la experiencia humana física y espiritual, filosófica y teológica; todo ese conjunto de inquietudes y lindas sensaciones psicológicas que, a semejanza de esa otra enmarañada madeja de cables invisibles, nos produce esa zozobra interior que con tanta frecuencia nos hace sentir asfixia y ahogo personal.

El mundo que nos rodea puede agrandarse tanto que agiganta nuestra pequeñez hasta esa terrible autoliquidación que se traduce en falta de auto estima, ó, por el contrario, ese mundo mismo  puede empequeñecerse tanto ante nosotros, que nos convierte en “ese falso dios” al que antes de ayer y hoy pretendemos llegar “¡a ser como Dios”! según el relato bíblico); pues no nos parece  suficiente ser los “reyes de la Creación"; los“ dueños mancumunados de todo su contenido... y fisicamente relacionado”                         

En otras palabras, y con todo respeto:

eso es, cuanto menos, un ”complejo de inferioridad”  y, si se me permite lingüisticamente, un real<simplejo> de superioridad“, que ha hecho tanto daño a los seres humanos, de ayer y de hoy.


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