sábado, 14 de abril de 2012

"RAPA NUI, ISLA GRANDE"", Especial, 13

Recuerdos sonoros: el pescador, 1

Un señor mayor, al que saludé cuando el estaba pescando en 
una pequeña cala al sur de Hanga Roa y cerca de Rano Kau 
en la punta suroeste de Rapa Nuí y muy próximo a la 
plataforma de las celebraciones y concentraciones de los
antiguos habitantes y fabricantes de los moáis.

“¡Buenos días, senor pescador!”- dije -.

El me respondió:
“Buenos días, padre; ha madrugado ud.mucho”

“Me gusta ver amanecer; y más en un sitio como este, tan 
lleno de misterio y atracciones naturales” – le expliqué -.

Él: “Este pueblo no duerme; llevamos toda la vida vigilando 
nuestras playas, nuestros mares, nuestros cielos; las cosas 
han cambiado mucho en estos tiempos; cuando era yo un 
“mocoso”, mi padre me decía que aquí no nos está permitido 
ni parpadear; hay que mirar hasta debajo de las piedras”.

Yo: ¿Qué edad tiene usted, si no es molestia?”

Dijo: “¡uf...!, yo nací en el año 1.887; si hacemos la cuenta;  estamos 
en 1.963, pues ya he cumplido ...76 añitos, y ...¡ya me ve!”

Si este hombre había nacido en esa  fecha, su  abuelo tenía que ser del tiempo en 
que el belga señor Roggewen, descubridor de Rapanui, el día 5 de abril de 1.722,
que era  Domingo de Pascua de Resurrección, por lo que le dio ese nombre. y
terminé mi reflexión preguntando a mi, ya viejo amigo interlocutor:

“Entonces sus abuelos conocieron al moderno descubridor europeo que les
encontró!”

“Mejor no lo hubiera hecho – interrumpió, un tanto enfadado, el viejo pescador -;
 mi padre se quejaba siempre, por que según mi abuelo, el padre de mi padre, era 
natural de Te Pito, ¿no ha estado usted, padre, en el norte de la Ísala ?
Tiene que ir, porque es el punto principal  de la
tierra rapanuí, de allí procedía mi abuelo y antepasados; los que antes habían
llegado de la Isla polinesia de Hiva... Bueno si tiene usted tiempo venga mañana
temprano y le contaré una hermosa y linda historia familiar que le va a gustar”.

Acababa de picar un tremendo pez de más de cinco kilos, según dijo, lo que
distrajo al buen hombre; se dedicó a  su faena, le ayudé a moverlo hasta colocar
el hermoso pescado sobre el portaequipaje de su bicicleta, volvimos juntos
hasta la entrada de Hanga Roa, en que cada uno nos dirigimos a nuestro destino.
Copihue, Flor Nacional de Chile


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