“PALABRAS DE VIDA Y ESPERANZA”, II

 Las Bienaventuranzas, aunque hay que buscar 
el auténtico sentido que tenían cuando salieron 
de los labios de Cristo, pueden tener muchas 
traducciones, tantas versiones como oyentes;
algunas pueden ser hasta contradictoria; aquí 
tienes un sencillo ejemplo:

    

-El Cielo pertenece a los Pobres de espíritu y de 
verdad;

¿TE MOLESTA?

-Las lágrimas siempre se pagan con lágrimas, el
consuelo es gratis; ¿Y TU?

-El trabajo con injusticias da sed, hambre y el 
Reino de los Cielos; ¡SI!

-La Tierra pertenece a los Humildes, aunque no 
sean propietarios; ¡TOMA NOTA!

-Si no sabes perdonar, cierra la puerta, apaga y 
vete a donde sólo vale la venganza;

¡TE  FALTA  AMOR!

-Si tienes el corazón sucio; quizás es porque no
crees; seguro que tienes tentaciones de ateo;

NO CREES NI CONFÏAS DEL TODO EN ÉL.

-¿Cómo voy a tener paz, si soy un conflictivo?  
¡ah, ya caigo:!

¡NO ME DI CUENTA!

-No pretendas ser caritativo, si no eres justo,
 eso no te vale.

 ¡ESO ES TRAMPA!  

-No te calles si tienes algo que decir o denunciar, 
y serás otro más  DE LOS PROFETAS.

Lo último inmediato es una versión atrevida de
una charla ante la la gente sencilla del Maestro
de la  Vida,  Jesús de Nazarét, el Carpintero 
artesano, el Experto Pescador, el Amante Ganadero 
y  el Sabio Agricultor de los campos, montes y 
Lago de Tíberiades, nuestro Hermano Mayor, que 
nos va marcando el Camino con su Cruz y su 
Resurrección..

Podrías tú, y tú y tu, hacer otra versión de acuerdo 
con la visión que tienes del mundo, de la vida, de 
la alegría y el sufrimiento que ya te han tocado en 
algún momento de tu andadura por los caminos de 
esta historia que todos compartimos en la difícil y 
enmarañada, polvorienta y brava selva,  mar, llanura, 
valle o montaña de la existencia humana en este 
cósmico Universo que habitamos, si bien es verdad 
de forma temporal y pasajera.