Oído
en Rapa Nui:
Había
tres niños jugando en la calle por la zona
de playa junto al mar y cerquita de Hanga Roa.
de playa junto al mar y cerquita de Hanga Roa.
“¡
Hola mocosos ! - les dije.
¡
Hola, padrecito” – me respondieron,
mientras
se paraban, por educación.
“¿
A qué jugáis? – pregunté.
“Estamos
colocando vigilantes junto al agua
del mar, para que nos avisen, si acaso llega el
enemigo”
del mar, para que nos avisen, si acaso llega el
enemigo”
“Pero
si son simples piedritas clavadas en la
arena, que las olas enterrarán en seguida.”
arena, que las olas enterrarán en seguida.”
“No,
padre; no son piedras; 'son moáis!”
“Ah,
claro; ¡perdonad mi confusión!.”
En
ese momento comprendí que yo estaba
muy lejos del pensamiento cultural genético
de aquellos niños nacidos en Rapa Nui, tras
de los cuales había padres, abuelos y ancestros
cuyos genes atávicos nada tenían que ver con
los míos.
muy lejos del pensamiento cultural genético
de aquellos niños nacidos en Rapa Nui, tras
de los cuales había padres, abuelos y ancestros
cuyos genes atávicos nada tenían que ver con
los míos.
A continuación se desató mi curiosidad aún
más; intuí que esto niños de la Isla, tenían
mucho para contar.
Otro de los niños me dejó perplejo, intrigado
y confundido:
“Usted,
padrecito, no sabe nada de esta Isla;
es un turista más de los que vienen a tomar
fotos y a divertirse”,
es un turista más de los que vienen a tomar
fotos y a divertirse”,
Otro
niño le reprendió:
“Estás
faltando al respeto del Padre”
y
el primero le respondió:
“¡No
digas lisuras, mocoso. Este padrecito no
es chileno, aunque hable como nosotros".
es chileno, aunque hable como nosotros".
Y
les dije:...
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