AQC. 0979  lunes, 27--III-2017

ASÍ  OCURRIÓ, 19.

A pesar de los esfuerzos de todos, no pudimos comenzar en ese cursi.; el hombre era muy trabajador, pasaba la semana atendiendo sus clientes y solo podía dedicar a l total acabado de la nave, adaptada para escuela; l@s niñ@s de Preescolar, usarían la planta baja y los de Primaria subirían a la planta superior, con sendos cuarto de higiénicos.

Algun@s chic@s ingresaron en nuestro centro de Alcobendas y otros tuvieron que esperar hasta que la obra estuvo terminada; durante este mismo año se inició la obra del Colegio en la calle de Joaquín García Morato, hoy calle del Fuego, con una excepcional particularidad, la de ser el primer Centro Educativo de  España, cumplía  con  todos los requisitos exigidos por una Ley de Educación Nacional antes de ser publicada.

Antes de del proyecto de obras, yo tenía conocimiento de los trámites administrativos que se llevaban por un equipo de inspectores, profesores y padres; aunque nuestro aún no había sido autorizado, el señor Don Justo Pintado Robles, nuestro Inspector de Zona, al tiempo de hacerme un consulta pedagógica, de aplicación a la futura Ley, me insinuó la oportunidad de construir el nuevo Colegio “Isabel Rosillo!-Santo Ángel”, según la estructura obligatoria de los  futuros Centros de la Educación General Básica (EGB).

Así lo comuniqué a la empresa del señor Bruno e hijos, propietario del suelo y del local, se hizo según  la proyectada Ley; además, hay una curiosidad digna de ser estudiada por los analistas económicos de hoy; junto con la documentación completa, figura el recibo original del costo total de la construcción de ese año y curso de 1968-1969. 1.500.000 de las antiguas Pesetas; 500 metros cuadrados, colegio con vivienda, con Cédula de Habitabilidad y 1.000 metros cuadrados, patio de recreo y zonas de arbolado ornamental de arces, almecinos, laureles, jazmines y frutales, parras, higueras, ciruelas, almendros, nísperos, olivos, limoneros y naranjos.

Traigo a colación aquel viejo dicho popular, cuando alguien hace valer su propio ego; “Este no tiene abuela,  ni la  necesita abuela.”

Aplicado a este sencillo centro educativo, que celebra CINCUENTA AÑOS de rodaje, sabe mucho de sufrimientos, ataques, persecuciones,  traiciones, ingratitudes, sabotajes e incomprensiones; pero ha disfrutado del cariño y la ayuda permanente de sus gentes; a lo largo de estos cien páginas, o más iremos desgranando la espiga de sus días; como todas las espigas, tiene muchas raspas; pero, a pesar de las horas bajas, nunca hay que desesperarse, porque al  final,

¡SIEMPRE  PESA MÁS EL TRIGO QUE LA PAJA!