AQC,
0970, martes, 14--III-2017
ASÍ
OCURRIÓ, 10
Pensar
en que sde todos los sueños de un ser humano llegan a convertirse en
realidades, es una quimera, que nadie, si reamente se conoce a sí mismo, debe
pretender, en un mundo de contingencias e imprecisiones, propias de nuestra
débil naturaleza.
Ir
de sobrado, omnipotente y dominador es una osadía; conocer nuestras
limitaciones es
el
principio de la sabiduría y el éxito de los seres humanos bien pensante; buscar
la felicidad, compartida con los demás, es nuestra primera y principal
obligación.
Una
de las personas que, más tiempo e intensidad, colaboraron en nuestra acción
educativa, recordó a toda nuestra comunidad, que fue publicado el día 20 de
diciembre de 1988, en el BOLETIN Escolar
, Nª 92; este es el el citado MENSAJE:
“Descubrí que la vida es trabajo,
que el trabajo es servir,
que servir es amar y, que amar es serf eliz
- Pero,¡ esto es algo muy complicado para
entender!
- ¡Claro! … por eso, hay tan poca gente
feliz..”
Este
MENSAJE, rubricado por tod@s lo@s profesras y profesores de nuestro Centro y
aceptado por la colectividad de padres, madres fe alumn@s, cada un@ con sus
gozos y sombras de vida, supone el el más amplio y caluroso motivo de
satisfacción para todos.
Es
cierto, que a lo largo de estos Cincuenta años de clases, recreos, excursiones,
viajes, lágrimas y sonrisas, teatros, humor, luchas titánicas con el Ministerio
de Educación, hasta conseguir La Clasificación oficial y el Concierto Pleno;
diez meses de gestiones, de alternancia entre la atención rigurosa a la
familia, al desarrollo de las clases y diálogo diario con los funcionarios, a
veces robotizados; mereció la pena aquella Orden Ministerial, en que todo quedó
favorable para nuestro.
Cuando
hoy nos encontramos, educadores, padres y alumnos, su produce una emoción
similar a la de las personas de una
familia; los abrazos y las lágrimas de alegría son una
demostración
de los sentimientos naturales de respeto, libertad y dignidad, que nacieron
y
maduraron en el ejercicio constante, mutuo recíproco de aprender y enseñar.
Hago
este ejercicio de pinceladas literarias, sobre cosas que OCURRIERON en un tiempo
posterior, antes de entrar, de lleno, en el día a día, por lo que han
significado todo un alivio, para mis lectores y para mi, con lo que trato de
aquietar con ese cúmulo de problemas crematísticos que conlleva la puesta en
marcho de cualquier empresa y, de manera especial un colegio ubicado en una
zona tan cercana a una gran cuidad, en un momento tan confuso de inmigración
nacional y extranjera, conviviendo al lado, tiempo y costumbres de labradores,
ganaderos y en plena efervescencia cultural, obrera y con una vocación,
necesariamente universitaria.
Este ritmo nos ayuda a no sufrir con los malos momentos de un pasado
desagradable, en lo económico y en tantas otras incongruencias como tuvimos que
afrontar, a pesar de las carencias que tanto afectaban a las clases
trabajadoras.
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