sábado, 24 de febrero de 2018



“LA VRDAD  NOS HACE  LIBRES”. 05

Esta expresión del Gran y Único Maestro que ha superado la historia de cuántos maestros ha tenido nuestra Humanidad, refleja todo lo que hay que pensar, decir  y hacer, para experimentar lo que es y significa la verdadera LIBERTAD.

Es un reto al alcance de todos, pero sólo reservado a los que afrontan el riesgo de ser atropellados por la locomotora del PODER de este mundo material, ejercido por ese grupo de  seres humanos que, con el arma del dinero se creen ser lo dueños de sus semejantes, a base del abuso y la práctica de la mentira, la amenaza.

El recepcionista de un hotel de lujo que no deja sentarse a un inválido  en la silla de la entrada. “porque son órdenes del jefe” y ve morir al mendigo sobre la acera, y llama a la policía para evitar el desprestigio de su ostentoso de su lujoso negocio. 

El empleado que no sirve un vaso de leche caliente a un huésped nocturno de los cajeros bancarios, apaleado, minutos antes, por los vigilantes, “porque, si el dueño se entera, lo deja sin trabajo, sin pal para su familia numerosa y pobre”.

El fraile, al que el médico ha recomendado que evite la humedad o morirá rápido; cuando el superior le destina a un lugar inadecuado, el monje expone su estado, y oye como única respuesta: “no olvide su voto de obediencia”, falleciendo al mes.   

El periodista, que ha jurado decir y publicar ,siempre, la verdad, se ve obligado a responder a una simple pregunta, “¿qué porcentaje de libertad desarrollas como un escritor noticiero?”, responde: “Creo que no llego ni al veinte”.

El administrador de las hamacas de un merendero de playa que,  invitado a firmar una reclamación ante el Ayuntamiento, para que retiren las depuradoras que echan los residuos contaminantes al mar, dice que “¡No, me quedo en la ruina”!

El diputado, que pasa la legislatura sin decir esta boca es mía, cobrando un sueldo a la sopa boba, porque, al no poder decir la verdad, prefiere callar, cobrando, antes de que su Partido le tache de díscolo.; y…  el Parlamento sigue funcionando.

Dejamos en el tintero miles de casos más; á familia, la empresa, los conventos y la totalidad de negocios e instituciones funcionan con más o menos éxito, sobre la suave plataforma de la mentira, siempre disfrazada, disimulada y sonriente.

Lo vemos todos los días: nos molesta que se diga la verdad, mientras disfrutamos, sin rubor, cuando los deslenguados, levantan ampollas en nuestros oídos con sus patrañas, mentiras y faltas de respeto, acosan a los inocentes contertulios.

¡¡¡Claro!!! Hay mucha gente que defiende y dice SIEMPRE la VERDAD, pero, a costa de la persecución, de la intriga y el martirio, rápido o lento: todo depende del ruido que conlleva anular y aniquilar a los LIBRES, que alzan esta bandera.
LA LIBERTAD ACOMPAÑA SIEMPRE A LA VERDAD.

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