martes, 27 de febrero de 2018



NUESTRO COLEGIO

“Isabel Rosillo- Santo Ángel”
AQC. 1.126
ASÍ OCURRIÓ, 112

Obedeciendo las palabras del dueño, cambié la cerradura de la Verja de entrada, a la espera de plantear el proceso de reforma.

El día 8 de enero, al pasar por la calle, advertí que dicha verja estaba abierta, y pasé a comprobar quién podía haber entrado, teniendo yo la  llave del recién cambiado la cerradura.

Dentro encontré a los inquilinos, a los que creía ya lejos del local; hubo un momento de confusión, al ver la cara de extrañeza con se ne recibió;

“Esto es un atropello; nosotros tenemos alquilado estos locales y nadie me ha dicho lo contrario.”

“’Por mi parte – indiqué – sólo puedo añadir que llames a Luis y que él os de las razones oportunas sobre este espinoso asunto.”

Hizo la llamada. Elevó el altavoz y oímos estas escuetas palabras:

“IDOLO DE MALAGOM”, 18

Hemos conocido y comprobado la diferente apreciación  que hacen los investigadores de las campañas realizadas en el año 1983-76 y las de el
año 2010, Ruíz Bustos y  Torrente Casado, al marcar la presencia de restos e indicios de actividad humana entre las dos investigaciones realizadas  en “Cullar-Baza 1” (pueblo), “CU 1“ y  las de “Cullar-Baza
2”, “CU 2” (Pedanía de El MALAGON).

Las citas que presento hoy, demuestran la verdad de lo he que dicho y denunciado ante la D.C.y D. Territorial de Granada desde el momento mismo que leí, por primera vez, el Decreto oficial; después de esperar casi cuatro años, aún np he recibido respuesta alguna a mi Carta (pdf) de fecha 28/diciembre/2013 e innumerables llanadas telefónicas a la citada Delegación: alguien no quiere enterarse de que yo soy el descubridor del ÍDOLO, del YACIMUENTO y de la NECRÓPOLIS de EL MALAGON.

Estas afirmaciones son demostrables en toda su amplitud y autenticidad, ya que viví en ese lugar 30 años de mi infancia /juventud, mientras desde allí realicé los estudios de Bachiller y Universitarios en Cartuja La Mueva; me atrevería a decir que, sin equivocarme, siempre estuve, y sigo estando allí, aunque físicamente me encuentre lejos.
6.  En la Biblia el número cuatro simboliza el universo material, seguido de ceros significa el tiempo de la vida en la tierra, con sus pruebas y dificultades.”

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