miércoles, 21 de febrero de 2018


AQC. Nº 1116,  ESPECIL.V:
PROCESO DE ACTTUALIZACION.

Es posible que, por mucho que yo diga sobre el hallazgo fortuito del “IDOLO DE EL MALAGON”, y que ni los hermanos Andrés,  Antonio Torrente Romero y yo, no éramos “rebuscadores ilegales y clandestinos”, como se dijo, ignorantemente e inocentemente, por alguien, cuyo nombre se ignora hasta.

Lo cierto es que, a pesar del esfuerzo realizado por esclarecer la simple verdad de lo ocurrido, va a trascender lo que fue escrito, aunque las palabras  ofensivas contra tres ciudadanos queden impunes.

Nadie está acusando a persona alguna, ni muerta ni viva, y menos a personas tan valiosas y dignas como las que intervinieron, de forma tan digna y competente, cuyos nombres conocemos, valoramos  y han dado muestras de buenas personas y excelentes profesionales.

Rogamos a cuantos lean estas explicaciones, sepan distinguir el deseo de defender la verdad de lo sucedido de la la idea de acusar a nadie de delito alguno, dada la recta intención de todo cuanto hicieron, dijeron y escribieron, respecto a los valores que tanto apreciamos.

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