miércoles, 29 de noviembre de 2017



NUESTRO COLEGIO
“Isabel Rosillo- Santo Ángel”
AQC. 1.048
ASÍ OCURRIÓ, 75

-       Con dificultad, llegué a la cuarta planta; me atendió una señora, que me dio la impresión de ser la persona que había dado la orden para mi acceso; supe, por ella misma, que se llamaba  Mercedes Suarez; le conté mi problema, vio la documentación, y dijo:

“Han hecho una grave injusticia con ustedes; denuncie, ante el Juzgado de Guardia más cercano, al Ministerio de Educación, por negligencia administrativa; tiene usted ganado el juicio.”

Guardé silencio durante unos minuto; pensaba en los años que podría tardar la resolución de un juicio así, lo daba todo por perdido; doña Mercedes, me preguntó:

“¿Le sucede algo, señor?”

-       “Señora, - le dije, sin dudar - ni por una peseta ni por n/millones, yo denunciaría a mi madre; ni tampoco voy a denunciar al Ministerio de Educación, con el que llevo colaborando casi veinte años de mi vida.”

TICA, 12.

En su persona reunía las formas de ser y todas las mobles cualidades humanas de su hermano, su madre y su padre; la mansedumbre y sencillez de Luna, la laboriosidad, la valentía de Adá y la vivacidad y visualización de su inolvidable Tico.

Todos se preguntaban, en su inexplicable silencio:

“¿¡Qué habría dicho Tica a sus fieles vecinos de los poblados del Altiplano Oriental de Granada, en aquellas entrevistas individuales que mantuvo, con todos y cada uno de ellos y ellas, en el interior de la  débil cabaña de culto, que tanto impacto había causado, hasta hacer cambiar de pensar y actuar de sus vidas para siempre?”

Parece pueril que en un tiempo tan remoto, entre unos seres humanos recién salidos de las cavernas paleolíticas, una doncella fuera capaz de ejercer un poder tan grande entre sus rústicas gentes.

Mientras ellos se afanaban, roturaban y cultivaban sus pequeñas franjas de terreno, domesticaban a los animales y las aves, cazaban, entre tantos riesgos y peligros de muerte, dejando a las fieles, y hacendosas mujeres. otras labores caseras, más tranquilas y seguras.

Un día, mientras Luna amamantaba a la menor de sus  hijas, de dos meses de nacida, entró Tica, y con el rostro descompuesto, llorando, y desencajada de dolor, se abrazó a su madre- sin saber lo que  sucedía en el interior de la doncella.
Nueva visión. 06 >  Llegados desde los cuatro puntos cardinales, cargados de valores y riquezas genéticas, les resultaba imposible adaptarse a los demás grupos humanos.
Nueva visión. 07 > Es impresionante la lentitud de progreso en la que vivieron estos antepasados nuestros de la Prehistoria, carroñeros, cavernícolas hasta el Neolítico.
…….

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