viernes, 24 de noviembre de 2017



Vi.. 24-XI-17
NUESTRO COLEGIO
“Isabel Rosillo- Santo Ángel”
AQC. 1.045
ASÍ OCURRIÓ, 72

ADVERTENCIA A L@S LECTORES de este blog, que siguen la historia particular de un determinado colegio de la E.G.B., en los años 1960-90 del pasado siglo XX.

Por motivos obvios, aconsejo a mis lectores que, si alguno no ha seguido, desde el principio, lo publicado en este blog sobre la historia del centro, debe repasar su lectura, ya que vamos a entrar en los peores momentos que hemos vivido.

La vida no es fácil y, ustedes lo saben; nuestros triunfos están salpicados de altibajos, huellas dolorosas, malos ratos y noches sin dormir.

Si durante los cursos 67-68 hasta el 84-85,  la infancia y pubertad del colegio, al igual que cualquier ser human, todo había sido un proceso de balbuceos, lloros pasajeros, que se curaban con ese especial cuidado paterno de todo niño.

En abril de 1986, se publicaron los Colegios que habían sido concertados y loa que no; algunos por falta de la “ratio”/de 25 alumnos por aula, no haber sido Clasificados u otros diversos motivos.

-       Entre los “Centros no concertados” estaba el nuestro, por no haber sido Clasificado por el Ministerio de Educación; esto suponía un trastorno general, en que peligraba la continuación.

-       Toda la Comunidad Educativa de nuestro Centro, se puso a luchar a mi lado, Padres, Madres, Alumnos y los Profesores, sin excepción, firmando los documentos alusivos a un desaguisado administrativo, injusto y absurdo.
TICA,09.5a

Todos los  poblados cercanos, acudieron a consolar a esta tan querida familia; todos repetían las palabras de Tico, cantando y danzando, alrededor de la pira en la que se consumían los restos del asesino de su niño y profeta al que, en adelante, sería su dios e ídolo más importante de todo el Altiplano Oriental de Granada, entre los municipios de Cúllar, Orce, Chirivel y Oria, con los que se hermanan Almería, capital  del Indalus y Granada, la capital de la Alhambra.

Transcurrieron varios años; Adá y Luna tuvieron otros cinco hijos, dos hembras y tres varones; superaron parte de sus reiterativas desgracias familiares.

Jamás lograron olvidar a Tico, su primer hijo; razón por la que al penúltimo varón, y a petición de Tica, llamaron  también con el nombre del desaparecido y llorado mancebo. al que dedicaron un pequeño templo al cuidado de; su hermana Tica que, a partir de entonces, dejó de ser la que era; se encerraba en el pequeño santuario, ubicado en la choza más alta y al oeste de ese mítico cerro, para meditar e imaginarse a su hermano; siempre se le veía ocupada en limar, con una piedra de sílex afilada, un trozo de  madera blanca; nadie conocía las intenciones de la choca, pero entendían su silencio, soledad y el dolor por la inesperada y trágica desaparición de su hermano.
Nueva visión.02 > Si recordamos nuestra historia patria, no podemos olvidar los diferentes y variopintos orígenes del poblamiento de la Península Ibérica.

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