Al descansar en Linares,
en las
tierras de Jaén,
tuvo la
delicadeza,
con el
Obispo Rafael,
el Pastor
de mi Guadíx,
al
llevarme junto a Lolo,
Manuel
Lozano Garrido,
hoy Beato
en los altares,
venerado
en todo el mundo,
en mi
España y mi Linares.
Cuando los años pasaron
obedeciendo
las Reglas,
y por
respeto a su edad,
en vez de
irse a vegetar
en los
atrios de un convento,
viajó, con
su pobre apero,
a la “Isla
de leprosos”
de
Argentina o Uruguay,
da lo
mismo, qué más da;
cuando lo
que importa es Cristo,
leproso
con los leprosos,
de Israel o “del Cerríco"
.......
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