No
se compra ni se vende;
se
le encuentra y se regala,
pero
siempre se comparte;
de
lo contrario, se aja.
Yo nunca busqué mujer;
pero
El me la mostró,
porque
pudo y porque quiso:
miles
de mujeres bellas
se
cruzaron en mi vida;
pero
ninguna tenía
la
estrella gemela mía.
Una
sencilla doncella,
humilde
cual la violeta
que
se encuentra entre las hojas,
y
es muy difícil verla,
si
el perfume no percibes.
Fue
mi vacación de hombre,
ser
Sacerdote y Marido
como
Jesús enseñó;
mostrándonos
el camino
cuando
escogió a los suyos
entre
casados y amigos;
y
en eso, no hubo pecado,
sino
la gracia divina,
como
dice el Evangelio;
la
Castidad es un voto
de
amor temporal y eterno:
el
formar una Familia,
con
la bendición del Cielo.
Ella es la mujer perfecta,
la
más bonita del mundo,
tanto
por fuera y por dentro,
ella
es la perla que hallada
nadie
consiente perderla,
ella
es un “todo terreno”
ella
es la mejor esposa
que
el Planeta conoció.
.......
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