5)
Cada cual tenemos un sendero.
Hace tiempo que rebusco
el
sendero de mi vida;
hace
tiempo, mucho tiempo,
desde
que empecé a pensar;
desde
aquellos siete años
que,
oteando el horizonte
una
luz apareció
en
la bóveda celeste
de
una cúpula sagrada;
fue
el templo bautismal
de
mi Oria de Almería.
Niño feo como ninguno
entre
todos los nacidos;
menos
mal que en mi había
un
alma espíritu puro,
que
me salvó de la quema
cuando
cumplí siete días.
Empecé a trabajar
cuando
los cinco cumplí,
un
ángel descoronado
que
no poseía alas,
era
blanco cual la nieve,
porque
Nieves se llamaba.
La
luz de mi vocación
captó
y reconoció
aquel
ángel sin altares
que
me agarró de la mano
hizo
un milagro palpable
convirtiendo
lo imposible:
del
campo y los matorrales,
pisé,
por primera vez,
los
pasillos de un colegio
que
eran rudos y de esparto;
pero
quitaban el frío,
(aún
no había calefacción
en
la España de posguerra).
.......
No hay comentarios:
Publicar un comentario