4)
La Justicia no da ni quita.
He roto todos los lazos
que
me tenían prisionero:
no
tengo afecto a las cosas,
pues
todas son contingentes;
he
prescindido de usar
la
fuerza, que me quedaba,
para
defender a ultranza
mis
ideas personales;
porque
a mi lado caminan
personas
tan similares,
y
más válidas y fuertes,
que
también piensan y tienen
ideas
mejores que yo.
No es una falsa humildad
ni
es un requiebro de amor;
es
el honor compartido
de
defender la Verdad
que
no es patrimonio mío.
SÍ, de todos por igual;
la
diferencia estará
en
el acierto que tenga
cada
uno en su conquista;
el
valor de esa parcela,
(descartada
la mentira),
está
en la capacidad
con que todos los nacidos
hemos de desarrollar;
y esta no se da ni quita:
ES nuestro VALOR FINAL.
.......
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