ÚLTIMO
SABADO DE ENERO
AQC. Nº 1093
“LA
VERDAD OS HARÁ LIBRES”, 03
La libertad de cada
uno y los derechos de los demás.
Aquello de
decir palabras gruesas queriendo llamar la atención de los demás, ofendiendo
los oídos de los oyentes, no es algo nuevo entre nosotros; en pleno Siglo de
Oro.
Nuestros
literatos, hacían estilo, litigaban con la competencia y, entre ellos, se
decían de todo, nada bonito, cuando se veían las caras o escondidas.
Siglos más
tarde, las pasiones ideológicas y políticas llegaron hasta los tiros; en la
generación que ya termina, oímos palabras soeces y vimos zapatos volar en
plenos parlamentarios.
Hoy,
algunos de nuestros más hábiles locutores, (periodista?), colaboradores,
vendedores de chismes, incluso diputados, no saben hacerse entender si no
sueltan gusarapos y expresiones ofensivas.
Podíamos
hablar de escándalo; pero, ya no se escandaliza nadie, por tales estupideces
semejantes.
Hasta los
niños, siguiendo el ejemplo de sus progenitores, dan rienda suelta a sus oídos
y lenguas, cuando quieren hacerse graciosos.
A tanto
llega este asunto, que hasta se hacen manifestaciones, para parar esta ola de
agresiones entre parejas, esposos, hijos y padres, hermanos y vecinos; el
machismo, feminismo, las violaciones y abusos de jóvenes y niños, hacen
peligrosa la calle y la convivencia escolar.
Siempre
hubo recomendaciones de padres, educadores y ancianos; se notaba la presencia y vigilancia policial;
pero eso no gustaba y era considerado como un atropello autoritario; hasta se da el caso de que algunos “ciudadanos”, se toman la justicia por su mano.
En vez de
aceptar las correcciones,, se alzan contra los agentes y agreden con piedras y
palos a los que les llaman la atención.
Sabemos
que, la falta de educación, perjudica más al que mal se comporta que a los
oyentes y víctimas; pero ante esa falta de entender lo que significa el buen
uso de la libertad.
Es
necesario esclarecer, de una vez por todas, los límites entre la propia
libertad, el derecho de los demás y el delito de la palabra, oral o escrita,
cuando es mal utilizada.
Sería un
bien ejercicio, hacer una lista de malas palabras, soeces, malsonantes y
ofensivas, oídas en los medios, la calle y en las sillas del Parlamento y al pie de los altares.
NOTA: Este
escrito va dirigido a las personas que, de verdad, están a favor de una mejor y digna forma de pensar,
hablar, escribir en, y para el público.
Que os vaya
bonito; pasad la voz, y hasta el día 24 de febrero/18.
…
Ver Link: sospechasypoemas.blogspot.com/
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