miércoles, 17 de enero de 2018


NUESTRO COLEGIO
“Isabel Rosillo- Santo Ángel”
AQC. 1.084
ASÍ OCURRIÓ, 84

-       Me entregué a una vida de oración, buscando el rostro del Gran Desconocido, que oculta su Omnipotencia y Amor en el bello encanto de las flores, en el iris de la mirada de nuestros semejantes, los humanos, aves, peces y cuadrúpedos.

-       Superaba los peores momentos, bañándome desnudo en la nieve y soledad de nuestras cercanas montañas.

-       Aunque a veces me encontraba tan confuso, que me perdía en los tramos de carretera de vuelta a casa, hasta tener que parar el coche y reorganizar la marcha, al reconocer el lugar por los árboles, tramos y edificios circundantes.

TICA. 25

Aún hoy, cuando nos acercamos a este mágico lugar, sentimos cómo tiemblan nuestros pies y una corriente de hálito espiritual, se hace perceptible, al andar por esas mismas veredas y senderos, entre árboles y rocas, que nuestros longevos antepasados recorrieron, trabajando y jugando con los mismos objetos, piedras y amuletos que hemos tocado sus actuales descendientes.

El dueño actual del Cerro, la Arqueóloga que visitó el Yacimiento en febrero de 2014 y cuantos se acercan y caminan por sus laderas, cima y contemplan las rampas de arrastre, rústicos hornos de fundición de cobre, tocando con sus manos los puntos de malaquita y algún que otro “canto tallado de su pasado achelense”,  se conmueven, arrebatados por el atractivo arqueológico, antropológico de tanta antigüedad.
RdF.: 32
Mis limitaciones corporales, mis debilidades humanas y los gritos incesantes de ese “algo más” que late en mi interior, sólo se calma a la luz de la Fe en Él y, pregunto:

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