lunes, 11 de septiembre de 2017




REFLEXIONES SOBRE “LA COSTA DEL SOL”.-
AQC.1004

07)

Cuando oímos, durante las campañas electorales, que “la vida de un político es servir a los ciudadanos”, y, luego, vemos que su afán es enriquecerse a costa de los pueblos, no podemos callar ante los espectáculos se abandono absoluto en que vive la gente.

Mujeres embarazadas, con un carrito de bebé, inválidos, ancianos e impedidos , se ven obligados a subir tramos de escalaras interminables, para acceder al anden de un tren de cercanías, abarrotado de pasajeros.

Rampas, mezcladas con escaleras resbaladizas, en las todos los, a distintas horas, se cae la gente, causando una continua alarma.

Situaciones tercermundistas, de las que hemos conocido, en directo, durante nuestro tan largo rodaje por más de veinticinco países de nuestro mundo terrestre.
A pesar de todo seguimos llamando a estos pueblo playeros “lugares de lujo”, donde, nacionales y extranjeros llenan hoteles y arenas costeras, mientras los vendedores dan al traste con los ahorros de todo un año.

“El que no quiera, que no venga” –dicen descaradamente los vividores de mil sueños y patrañas de baja calidad y peores resultados.

Desde este sencillo Blog, un bañista veraniego del año 2017, reclama a gritos la mejora inmediata de nuestras playas y servicios de la COSTA del SOL MALAGUEÑA; es de justicia, tratar a todos esos miles de trabajadores y trabajadoras de restaurantes, hoteles, playas y limpieza, con dignidad, retribución y respeto; según los testimonios recogidos de las palabras de ellos mismos, viven atenazados por el miedo; todos son conscientes la suciedad de las aguas marinas, conocen a los culpables, pero callan y sufren, en silencio los atropellos de que son objetos.

Entre dientes y bajito, todo los pasajeros se quejan de tanto abuso, mientras sudando la gota gorda, se afanan por agarrarse a un medio de estabilidad entre el abarrotado tren de cercanías que, en estos meses de verano deberían aumentar el nuevo de viajes,

Los que en los años de 1950-70, viajamos en la RENFE de vagones de madera, doce horas desde Andalucía a Madrid, valoramos, como nadie, tardar, ahora, tres horas a lomos de un AVE; pero …, sin insistir más, rogamos que no maltraten tanto a las grntes de nuestros pueblos y  veraneantes de la Costa Blanca y demás “costas “.

Esperamos que, lo mismo que las cosas tanto cambiaron, A PEOR, a partir de hora cambien, A MEJOR, para el bien de todos.

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