INTERMEDIO
AQC.1056
FESTIVIDAD de la INMACULDA. 02
No tengo magia en las manos ni cartas
escondidas en la vieja manga de mi raída chaqueta de viajero andante por miles
de vericuetos senderos, como un empedernido buscador de los secretos del Gran
Desconocido y las llagas sangrantes de cien millones de hombres y mujeres que,
sin saberlo, son también inquietos buscadores, como yo, del Hacedor y Padre de
este tan maravilloso e imperfecto Universo, que sigue esperando
a perfeccionarse con nuestra imprescindible y limitada capacidad de colaboración,
sin comprender que la Fe ni se enseña, ni se imita ni se compra; es un Regalo
personal e íntimo que, todos recibimos al crecer y sólo tenemos que percibir y cultivarlo.
El mal pensar, decir y hacer de la raza
humana, exigió que ÉL, se hiciera uno de los seres humanos de este Cosmos, y
que, es igual en todo a nosotros, excepto en la maldad; por eso mismo no podía
nacer como nosotros.
José no intervino en el momento de la
humana CONCEPCION de Jesucristo, ya que su naturaleza divina no permitió que su
ser fuera infectado de nuestro virus congénito de maldad.
Para entender esto, no es necesita magia
ni argumentos, sino ese rayito de luz que, con
inusitado misterio, llamamos Fe.
José no intervino como padre biológico de
Jesús, sino que el Espíritu, el Amor recíproco entre el Padre y el Hijo, suplió
a José, con el poder infinito, con que inició la existencia de todas las cosas,
visibles e invisibles.
No tengáis miedo, si no lográis comprender
lo que acabamos de leer; ¡hay tantas cosas que ni nosotros, ni siquiera los más
encumbrados investigadores y científicos, han comprendido, ni comprenderán
nunca jamás.
Dejaos llevar por vuestro instinto
espiritual que, aún sin ver, late en cada uno de nosotros que, de forma viva,
grita en el fondo de nuestras inquietudes, dudas y temores.
Tendremos tiempo y oportunidad de
profundizar más. en estos secretos deseos, sospechas y certidumbres interiores
que todos y cada de nosotros; vive, confía y deja vivir y confiar a los demás.
Quiero dejar claro que, como la Iglesia
está gobernada por hombres, a veces tan débiles y pecadores, no puede dejar de
estar asistida por el Espíritu Santo; de aquí que, guiada por Él, ellos tuvieron
que rectificar, más de una vez, sus torpes actuaciones históricas; lo que,
humildemente, tanto honra a la Iglesia y a sus hijos, los que, sin duda, muchas
veces, afirmamos una cosa y hacemos la contraria.
…
Nueva visión.20
> No somos jueces de conductas ajenas, ni nos corresponde poner puertas al
campo y menos dar soluciones políticas a los problemas nacionales.
…
Nueva visión.21
> > Afirmamos que, sin pretensión alguna, las soluciones a los problemas
de convivencia y proyectos de futuro, no dependen de una sola persona.
…
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