INTERMEDIO
AQC.1058
ENCUENTRO CON “un
ateo confeso”., 02
En la citada
conferencia, conocí en persona al autor de un pequeño libro, que, al ver en mis
manos su último trabajo, “Les Mots”, “Las Palabras”, que contiene dos
capítulos, “Leer y Escribir”; este detalle, me granjeó una sonrisa, aviesa
mirada y el inicio de una conversación amistosa, en la que se produjo un
diálogo, digno de recordar, aunque solo sea reproducido, para vosotros, con la
máxima claridad y libre de toda clase de términos y formas literarias, al
tiempo que ruego a todo el que sienta algo de inquietud, se ponga en contacto
conmigo, de la forma más fácil que le sea posible, comentario, muro, gmail, …
“Señor – le
dije:
“He leído su
último libro, de un tirón, y he quedado muy impresionado, al encontrar frases,
expresiones y palabras, que revelan una profunda preocupación espiritual, al
estilo de tantos ascetas y místicos
cristianos.
He encontrado
razones suficientes, como para pensar que usted recibió el Bautismo, por lo que
es tan cristiano como ellos o, al menos, más que yo, tan lleno de buena
voluntad, pero un simple buscador del Gran Desconocido, al que sólo conocemos
por las huellas que nos dejó.
Jamás, le
digo con toda sinceridad, esperaba
encontrar en los escritos de un hombre como usted, tan mal tratado por la
Jerarquía eclesiástica, de la que yo soy parte activa y, por ello, también
responsable; me siento avergonzado y obligado a pedirle perdón, por lo que he
pensado, hasta ahora, acerca de usted, por las cosas que he oído durante mis
años de estudios y formación secundaria, filosofía y teología.
Al finalizar
de leer su libro, después de afirmar
usted su total y heroico desprendimiento, aludiendo al gesto de aquel soldado,
vencido por su enemigo, al “no tener nada en las manos, nada en los bolsillos”, añade usted, tan convencido “y, si hay algo de esa imposible salvación, a
ello me atengo”.
Tendrán, algunos
hombres de la Iglesia, que rectificar, algún día, su comportamiento, tan duro y
poco cristiano, con usted?
Estoy tan confundido,
que sólo me bastaría una simple explicación suya, para quedar satisfecho y
tranquilo, sabiendo que según el Evangelio, los cristianos SIEMPRE tenemos que
perdonar; ahora, le ruego su perdón, en mi nombre y el de ellos, los
que le condenaro;, si usted puede y quiere concederme tal favor.”
El insigne
autor, oyó mi discurso, con suma atención y respeto, como corresponde a un
francés, educado y docto como él; luego, con la elegancia propia de un sabio,
experimentado en mil casos de situaciones, que entre otras cosas, había
rechazado el Premio Nobel, colocó su mano sobre mi cabeza, ignoro si fue alguna
burla de las suyas, pero, con toda seriedad, me recordó el gesto de el más digno
confesor que, recordando sus años infantiles, me otorgaba el perdón de mi
cruel, vergonzosa y vergonzante confesión- así yo me veía-, me incliné ante él
y me puse de rodillas, esperando su
benevolente perdón:
...
Nueva visión.24 > Creemos y admitimos la soberanía de todos los que,
con su voto,
otorgan el Poder a un determinado Partido y Candidato a la presidencia
del Gobierno
…
Nueva
visión.25 > Como nuestro sistema democrático está regulado por una escrita y
reconocida Constitución, no cabe otro sistema de gobierno, estando ésta
en vigor.
…
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