jueves, 7 de diciembre de 2017


INTERMEDIO
AQC.1055
B.
INTERMEDIO
AQC.1055
B.
FESTIVIDAD de la INMACULDA CINCEPCIÓN, 01

Según la experiencia universal de nuestra contingente y débil vida natural, todos nacemos tocados de nostalgia, echando de menos aquella felicidad que todos, sin excepción, vivimos en aquella especie de paraíso matriz, antes de nacer.

El hecho de nuestra involuntaria concepción, sobrevenida del amor y sexo de nuestros progenitores, nos invalida para la queja de haber nacido sin derecho de reclamación; la única y honrosa salida, que tenemos, es el agradecimiento por el don de haber nacido y de gozar de este maravilloso mundo en que vivimos.

Lo sorprendente y extraño, es que, nuestra nostalgia vital, ha sido trasformada en la esperanza de la recuperación de aquella maternal felicidad,  que perdimos al nacer y, cuya nostalgia nos acompaña durante toda la vida,

Esta es parte de aquella imposible Salvación, a la que se acogía, entre la duda y las lágrimas, nuestro amigo, ateo confeso, que se lamentaba porque, decía él. “mientras me “habían enseñado de memoria, la Biblia y el Catecismo, nadie me había enseñado a tener Fe”.

Para mi que, a lo largo de mi vida apostólica, la mayor parte de mi tiempo, fue dedicada a dialogar, discutir, a veces, y hacer posible el obscuro camino de tantos hermanos, ciegos y perdidos, sin ese rayito de luz que, tan torpemente llamamos Fe, al pensar que poseerla es tener total evidencia del “Dios invisible”, queriendo apaciguar el horror y pánico, con que viven angustiados, existencialmente, tantos  seres humanos.

¿Qué relación hay entre esto y la Inmaculada Concepción de María de Nazaret, la esposa del carpintero, José, y Madre de Jesucristo, el Hijo de ambos, humanamente hablando, que nació en un Pesebre de Belén de Judá, murió en una cruz y resucitó, en Jerusalén?
Nueva visión.18 > La  realidad es que, los  líderes y protagonistas de tanto tantos sufrimientos, no merecen que perdamos el tiempo en repetir sus nombres y egoístas intereses.
Nueva visión.19 > Mirando de cerca, observamos nuestro territorio, con estupor y la pena de ver que aún hoy seguimos siendo víctimas de los aborígenes vicios tribales.

El hecho de nuestra involuntaria concepción, sobrevenida del amor y sexo de nuestros progenitores, nos invalida para la queja de haber nacido sin derecho de reclamación; la única y honrosa salida, que tenemos, es el agradecimiento por el don de haber nacido y de gozar de este maravilloso mundo en que vivimos.

Lo sorprendente y extraño, es que, nuestra nostalgia vital, ha sido trasformada en la esperanza de la recuperación de aquella maternal felicidad,  que perdimos al nacer y, cuya nostalgia nos acompaña durante toda la vida,

Esta es parte de aquella imposible Salvación, a la que se acogía, entre la duda y las lágrimas, nuestro amigo, ateo confeso, que se lamentaba porque, decía él. “mientras me “habían enseñado de memoria, la Biblia y el Catecismo, nadie me había enseñado a tener Fe”.

Para mi que, a lo largo de mi vida apostólica, la mayor parte de mi tiempo, fue dedicada a dialogar, discutir, a veces, y hacer posible el obscuro camino de tantos hermanos, ciegos y perdidos, sin ese rayito de luz que, tan torpemente llamamos Fe, al pensar que poseerla es tener total evidencia del “Dios invisible”, queriendo apaciguar el horror y pánico, con que viven angustiados, existencialmente, tantos  seres humanos.

¿Qué relación hay entre esto y la Inmaculada Concepción de María de Nazaret, la esposa del carpintero, José, y Madre de Jesucristo, el Hijo de ambos, humanamente hablando, que nació en un Pesebre de Belén de Judá, murió en una cruz y resucitó, en Jerusalén?
Nueva visión.18 > La  realidad es que, los  líderes y protagonistas de tanto tantos sufrimientos, no merecen que perdamos el tiempo en repetir sus nombres y egoístas intereses.
Nueva visión.19 > Mirando de cerca, observamos nuestro territorio, con estupor y la pena de ver que aún hoy seguimos siendo víctimas de los aborígenes vicios tribales.

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